¿Definitivamente la evolución natural de las especies, (y en concreto, de nuestra especie) pasa a manos de los genetistas? ¿Podemos volcar nuestra mente en un ordenador y conseguir la inmortalidad? ¿Estamos a punto de alumbrar una super-inteligencia que desplace a la inteligencia humana?
A.Diéguez
Antonio DIéguez es catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Málaga, y ha sabido escribir un libro entretnido a la par que riguroso. No es fácil tratándose de un tema tan vidrioso como el transhumanismo… ¿una moda?
Transhumanismo sería el intento de mejorar la raza humana por medio de la tecnología o la biologia. En 1983 se difundió el “Manifiesto Transhumanista”, de Natasha Vita-More que en esencia proclamaba el derecho de cada persona a mejorar su inteligencia, longevidad, vitalidad, etc., por medios mecánicos o biológicos. Otros autores apostaron por alcanzar una “singularidad”, es decir, un momento futuro en el que la Inteligencia Artificial (IA) supere la humana en todos los aspectos, y permita una transición de la especie humana a la inteligencia basada en el silicio. Tal parece como si algunos (o quizás bastantes) transhumanistas profesaran una religión que les promete la eternidad y poderes que ahora solo podemos soñar. He aquí, por ejemplo, las conclusiones de otro manifiesto, (blog de “singularity”):
Transhumanists of the world unite – we have immortality to gain and only biology to lose. Together, we can break through the chains of biology and transcend scarcity, sex, age, ethnicity, race, death and even time and space.
In short, transhumanists everywhere must support the revolutionary movement against death and the existing biological order of things. Transhumanists disdain to conceal their views and aims. They openly declare that their ends can be attained only by the overthrow of all existing biological limitations and, most of all, death.
Omega
Theillard de Chardin soñó con el punto omega, un momento futuro en que toda la Humanidad estaría conectada y en una suspensión temporal de la conciencia. Ahora parecería que este sueño está mas cerca que nunca…. Por un lado la tecnología, con ordenadores cuánticos mas potentes y avances en IA. Las prótesis cerebrales ya se están usando en pacientes con Alzheimer, para potenciar su memoria… ¿Por qué no emular el barco de Teseo? Recordarán que era un barco en que cada año se cambiaban suficientes tablas de madera como para que en 10 años todo el barco estuviera renovado. ¿No sería posible algo así para el ser humano? De esta manera transmutaríamos nuestra carne mortal por un soporte físico prácticamente inmortal y capaz de no se si decir “procrearse”, pero en todo caso “recrearse” en otros planetas. ¿Quizás transmutarnos en el monolito de 2001 Odisea del Espacio?
Diéguez les echa un buen jarro de agua fría a estas especulaciones… Por un lado suponer que un ordenador dotado de IA y con todo lo que contiene nuestra mente -(lo cual ya es mucho suponer)- equivale a ser “nosotros mismos”, va contra el sentido común. Imaginemos que una empresa realiza esta transferencia de persona a ordenador-robot, para luego destruir el cuerpo biológico del agraciado. Imaginemos que contratamos este servicio y todo va a pedir boca, pero en el tramo final, justo cuando ya hemos realizado la transferencia de nuestra mente al ordenador, hay un fallo eléctrico y no se destruye nuestro cuerpo biológico. Salimos de la habitación el robot y nosotros, pero el portero nos dice: “lo siento, usted ya no debería existir, usted ahora es este robot, por favor vuelva a la habitación y en breve procederemos a destruir su antiguo y viejo cuerpo”… ¿Aceptaríamos? (pág 103).
Lo mas probable es que no aceptáramos… Sin embargo admitimos con una ingenuidad exasperante dos afirmaciones que distan de ser lógicas: 1- que sea posible que un robot con IA supere nuestras capacidades creativas y… 2- que dotado de un inmenso poder sea la futura especie que nos reemplazará.
Mucho de lo que afirman los transhumanistas acerca la IA no deja de ser una antropormización de la IA. Los robots no tienen por qué tener nuestras motivaciones ni nuestras apetencias. Ni tampoco tienen por qué competir por nuestro ecosistema. Además postular que desapareceremos a manos de estos super-ordenadores, (a la manera que imaginó B Beckett en Génesis), no debería alegrarnos… ¿qué puede importarnos lo que vaya a ocurrir si perecemos como especie?, se pregunta Diéguez.
El autor disecciona con acierto los conceptos de type- type idenjtity versus token-token identity, asi como el concepto de identidad corporal, y cita como colofón una tesis doctoral curiosa: Pattie Maes investigó cuantas personas habían profetizado el volcado de la conciencia humana en un ordenador, y cuándo este volcado a su entender sería posible, así como su edad. Pues bien, sin que ellos se percataran anunciaban la buenanueva para cuando ellos mismos cumplieran la edad de 70 años….
¿Y qué decir de la mejora del ser humano
por medios biológicos? El sistema de edición CRISPR-CAS9 tiene unas posibilidades hasta hace poco inimaginables sobre el genoma humano. Podría darse el caso de que fuera posible diseñar bebés ultra-inteligentes, o erradicar enfermedades genéticas. ¿Acaso no tenemos el derecho, como afirma Savulescu, de hacer todo lo posible para tener la mejor descendencia (principio de beneficencia procreativa)?
Muchos son los argumentos favorables a esta mejora: nadie ha podido establecer lo que pudiera ser una naturaleza humana inviolable, (aunque se hable mucho de ello), y la mejora de capacidades no tiene por qué aumentar las desigualdades, (todo depende de cómo se use). Además, si no lo hacemos nosotros lo harán otros…. Pero ¿son estos argumentos válidos?
Diéguez se toma muy en serio los peligros de la experimentación genética, y viene a decirnos, siguiendo a H Jonas, que la mejor valentía en ocasiones es la cautela. Pocas veces sabemos lo que comporta tocar una parte de nuestro genoma, y nos arriesgamos a crear niños super-inteligentes que bien pudieran ser depravados morales. También pudiera ser que lográramos erradicar enfermedades hereditarias, o curar enfermedades genéticas… en todo caso la experimentación tiene que prever las consecuencias. Y hay poderosos argumentos económicos para que muchos equipos científicos adopten políticas altamente arriesgadas. Para Diéguez éste va a ser un tema crucial en el debate bioético del futuro.
Manuel Rodríguez Delgado
Dos aspectos mas de la obra: Diéguez es un buen conocedor de Ortega, y realiza una lectura de su pensamiento relativo a la tecnología aplicándola al tema del transhumanismo. Y tampoco es menor el interés que despierta la historia del profesor Manuel Rodríguez Delgado, quien realizó unos implantes cerebrales a chimpancés y toros en la década de los 60, lo que no fue del agrado de Miguel Delibes.
El lector interesado encontrará un extenso informe (en formato pdf) sobre los peligros y oportunidades de la experimentación en biología molecular y sintética en este enlace.
Pablo Oliveres
Murcia
Webs de interés.-
Arkansas acelera la ejecución de ocho presos para que no se caduque el anestésico empleado en el procedimiento de inyección letal, según leemos en una crónica de Ahrens en El País. El producto utilizado, midazolam, se ha asociado a alguna ejecución fallida con agonía y sufrimiento prolongados para el reo, pero es actualmente el fármaco disponible, dado que los fabricantes de estos productos han descartado surtirlos para esta finalidad por las connotaciones que conlleva y la mala imagen de reporta a las empresas. Una vez caduquen las actuales existencias de esta benzodiazepina, el fabricante no servirá el producto a las autoridades penitenciarias, por lo que el gobernador del estado se ha decantado por una macabra optimizaciónde las reservas existentes.
Reclaman ante Naciones Unidas el fin de la discriminación en el útero al síndrome de Down. G.E., en Diario Médico, describe la intervención de una adolescente de 17 años y con síndrome de Down en la sede de Naciones Unidas para reclamar el fin de la discriminación hacia este tipo de personas. Tanto ella como su madre explicaron que su vida es digna de ser vivida.
Conflicto acerca de la utilización del esperma del marido fallecido para buscar un embarazo. Leemos en Diario Médicoque un juez permite a una mujer utilizar el esperma de su marido fallecido, en tanto que la Fiscalía ha recurrido la decisión judicial aduciendo un argumento moral y valorativo, y no jurídico (sostiene que el embarazo no conviene a la mujer por ser madre soltera). La Audiencia deberá dilucidar la cuestión, y para cuando se produzca su fallo la mujer se acercará a los 40 años.
Aspectos éticos de la valoración forense de la imputabilidad. Trabajo de Stevens en Psychiatry, Psychology and theLaw en el que el autor analiza los conflictos relacionados con la confidencialidad en el marco de la práctica y la normativa de Sudáfrica.
Síndrome de resignación
Síndrome de resignación. O, en sueco, uppgivenhetssyndrom. Según un reportaje de Rachel Aviv en The New Yorker, es un cuadro que existe solo en Suecia y entre niños refugiados, que muestran una absoluta apatía y falta de deseo de vivir en ausencia de enfermedad física o neurológica y en el contexto, como el ejemplo que centra el reportaje, de la no concesión de estatus de refugiado. También denominado apatiska, es en opinión de algunos profesionales “una forma de protección a través del coma”.
Juan Medrano
Bilbao
Obra de Teatro comentada
IVANOV de Anton Chéjov versión libre y dirección Àlex Rigola
Intérpretes nao albet / andreu benito / joan carreras / pep cruz / sara espígul / vicky luengo / sandra monclús / ágata roca / pau roca
Dramaturgo Ferran Dordal / espacio escénico max glaenzel / diseño de personaje y máscara silvia delagneau / iluminación carlos marquerie / composición musical y espacio sonoro nao albet / sonido igor pinto ayudante de dirección alba pujol / ayudante de escenografía josé iglesias / ayudante de vestuario laura garcia / preparación en técnica viewpoints carlota subirós. Producción teatro libre. En este espectáculo, los actores visten su ropa personal.
Acostumbrados a despacharnos con un “me gusta” (o lo contrario), se nos olvida que muchas propuestas artísticas pueden tener valor incluso cuando global o parcialmente no acaben de satisfacernos. El Ivanov de Rigola es una adaptación muy libre del texto, incluso podemos decir que se trata de una adaptación atrevida, creativa, moderna… Y sin embargo…. en ocasiones la originalidad no lo es todo, ni siempre salva una puesta en escena. El resultado final, en el caso de Ivanov, no es redondo, no acaba de satisfacer al espectador iletrado, (la mayoría) que atiende a la obra sin conocer el libreto original. Pero de manera simultánea uno reconoce muchas cosas buenas, muchos aciertos y un trabajo profesional de primer orden.
Ocurre que Ivanov se estrenó en 1887. En este contexto la lectura nos lleva al medio rural ruso, donde Ivanov, casado con Anna, se encuentra en una situación económica delicada. Nos enteramos por otros protagonistas que desposó a su mujer quizás por interés económico, lo que de nada le sirvió, pues su esposa (judía) quedó desheredada al contraer nupcias por la iglesia ortodoxa. Ahora que ella está en fase terminal (tuberculosis), se espera de Ivanov que la cuide y le proporcione todo cuanto precise, algo que no ocurre. Ivanov ya no la ama, pero no sabe por qué. No la ama, ni tiene tampoco la vitalidad para hacer frente a su precaria situación económica, luchar para sacar adelante su hacienda, devolver los préstamos, etc…
Aparece un médico de cabecera que le reprocha a Ivanov su pasividad, su falta de cariño hacia su esposa… Ivanov no solo no rectifica, sino que llega a desear la muerte de su esposa. La pobre mujer fallece y un año mas tarde todo está preparado para unas segundas nupcias, precisamente con la hija de la familia Lebedev con la que Ivanov ha contraído su principal deuda económica.
La hija (Sasha) está verdaderamente enamorada de Ivanov, pero los padres sospechan que pudiera haber un interés económico por parte de Ivanov. El padre intenta disuadirla del matrimonio, pero al final consiente. Sin embargo es el propio Ivanov quien no soporta los rumores que circulan, y rompe con el compromiso de la manera mas dramática posible….
El mérito de Chéjov, a mi entender, estriba en las dudas que le surgen al protagonista en relación a sus motivaciones. Con ojos actuales hablaríamos de un sujeto melancólico al que enviaríamos al psiquiatra y no cejaríamos hasta verle con un porrón de antidepresivos en su mesita de noche. Pero a los ojos de un ciudadano del siglo XIX la obra tiene perfiles diferentes…
Una de las partes culminantes de la obra original, a mi manera de ver, es el Acto III, escena 6ª, donde Ivanov sostiene un monólogo en el que revela sus sentimientos mas íntimos: desesperanza, impotencia, pasividad, asco hacia sí mismo por no cumplir con su deber hacia su esposa… Pero nada puede hacer para revertir estos sentimientos que le atenazan. Nada puede hacer para dominar su voluntad y obligarse a querer lo que se supone que es correcto querer.
Si Ivanov al final de la obra desposara a la hija de Lebedev, Sasha, (recordemos, Ivanov debe dinero a esta familia) quedaría como un truhan. El final de la obra, sin embargo, deja abierta varias posibilidades: ¿es un depresivo incapaz de tomar las riendas de su vida?, ¿accede al matrimonio forzado por Sasha?, ¿es sensible a los argumentos de la gente, contrarios a la boda, o su última decisión parte de él mismo? De alguna manera se nos antoja que esta obra precede a una típica reflexión que mas tarde harían los existencialistas franceses: ¿experimenta Ivanov una terrible aprensión a asumir su propia libertad?
La adaptación de Rigola es entretenida y capta la atención de la audiencia. Hay dos líneas diferentes a mi manera de ver de re-interpretar el texto. Por un lado Rigola introduce juegos y símbolos relativos al azar, (partido de fútbol, confetis, los gatos de la suerte chinos….). Una música en directo agradable, y con temas que han sido escogidos de manera intencionada… Pero en algún momento es inevitable pensar si estas florituras son necesarias, si en verdad encajan bien o desvían la atención de los mensajes básicos que el autor deseaba provocar. Admitiendo algunos aciertos, quizás una cierta poda a tanta creatividad redundaría en una mejor comprensión del texto original.
Por otro lado quiere proporcionar al espectador toda la fuerza del texto, desvistiéndolo de la trama narrativa. De tal manera los diálogos desdibujan el relato original de Chéjov, que nos hemos esforzado en explicar mas arriba. El resultado es como si contempláramos la obra original de Chéjov sobre un espejo medio roto. Aún así es posible seguirla y degustarla, sobre todo por la buena interpretación de todos los actores, sin excepción, y de manera particular Joan Carreras, en su papel de Ivanov, Pep Cruz, y todas las actrices. Merece la pena verla sobre todo si no nos importa que “no todo nos guste”. Hay que acostumbrarse a ello. Despreciemos el maniqueísmo de Facebook…. y nos crearemos nuevas oportunidades para desarrollar el placer estético.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes.
Vídeo recomendado.-
The next species of human | Juan Enriquez
Diéguez nos advierte de la ingenuidad que supone antropormizar la tecnologia, creer que los robots tendrán nuestras apetències y manías. Pero Juan Enriquez opta por ser uno de los gurúes de la llamada “singularidad” (ver mas arriba la crítica del libro Transhumanismo). Tras exponer el caos de una Sociedad que adivinamos al borde del precipicio vienès las buenas noticies: la ciència pondrà algo de orden a todo eso. Nacerá un nuevo ser humano que esta vez si, serà sostenible, justo, inteligente….
La Redacción
XEste sito Web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia de navegación, realizar tareas de análisis y ofrecer un mejor servicio. Al pulsar el botón "Aceptar" nos da su consentimiento a nuestra política de cookies. Leer másAjustesRechazarAceptar
Revisar consentimiento
Resumen de Privacidad
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. De estas, las cookies que se clasifican como necesarias se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades, como compartir el contenido del sitio web en plataformas de redes sociales, recopilar comentarios y otras características de terceros.
Las cookies de rendimiento se utilizan para comprender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a brindar una mejor experiencia de usuario a los visitantes.
Son aquéllas que permiten recabar información estadística sobre la actividad de los usuarios: el seguimiento y analítica del comportamiento de los usuarios de los sitios web a los que están vinculadas. La información recogida mediante este tipo de cookies se utiliza en la medición de la actividad de los sitios web, aplicación o plataforma y para la elaboración de perfiles de navegación de los usuarios de dichos sitios, aplicaciones y plataformas, con el fin de introducir mejoras en función del Analítica de los datos de uso que hacen los usuarios y permiten optimizar la navegación por la web con el fin de garantizar un mejor servicio al usuario.
Las cookies publicitarias se utilizan para proporcionar a los visitantes anuncios y campañas de marketing relevantes. Estas cookies rastrean a los visitantes en los sitios web y recopilan información para proporcionar anuncios personalizados.
Son las cookies absolutamente esenciales para el correcto funcionamiento del sitio web. Esta categoría sólo incluye cookies que aseguran las funcionalidades básicas y de seguridad del sitio. Estas cookies no almacenan ningún tipo de información personal o referente al usuario.