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BOLETIN IATROS ENERO 2013
CIRCULO DE CIBERLECTURA
INDICE.-
Noticias.- Grupo Español en Ética Narrativa
Comentario de libros.- Sadaba J. No sufras mas. Solomon R. Not passion´s slave
Webs de interés.- Public Health and Social Justice
Vídeo recomendado.- Afrontando la muerte.
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Noticias.-
SEMINARIO DE MEDICINA NARRATIVA, 2013
En el año 2013 este seminario se dedicará a la Medicina Narrativa. Las reuniones del seminario se realizan en la Sala de Juntas del Decanato de la Facultad de Medicina de la UAM (Arzobispo Morcillo, 4, 28029 Madrid).
Dadas las solicitudes recibidas de participar a distancia por parte de especialistas de otras Comunidades Autónoma y de otros países (especialmente Iberoamericanos), a partir de 2013 se abrirá la posibilidad de intervenir en los seminarios por videoconferencia. Esas grabaciones podrán ser consultadas posteriormente.
La primera sesión, de carácter organizativo, se celebró el jueves 20 de diciembre de 2012 entre las 15 ay17 hs (hora española).
El contenido básico de esta sesión fue:
Presentarnos mutuamente las distintas personas que hemos solicitado participar en este seminario y pudimos asistir o conectarnos a esa sesión (se realizaron conexiones desde Canarias, Asturias, Chile, Londres, USA…). Cada uno de los participantes expuso brevemente su perfil profesional, las actividades que ha realizado sobre temas de medicina narrativa y las que desea realizar dentro del seminario. Los resúmenes de estas presentaciones se distribuirán próximamente a los miembros del seminario.
2. Preparar nuestra participación en el próximo Congreso A Narrative Future for Health Care. Launch of the International Network for Narrative Medicine (June 19-21, 2013, London) en el que se pondrá en marcha una Red Internacional de Medicina Narrativa a la que pretendemos aportar un grupo de trabajo en español y otro en portugués. Cuatro de los miembros del seminario hay anunciado su intención de participar y alguno más lo está valorando, se enviarán los resúmenes de las ponencias antes del 5 de enero.
3. Elaborar conjuntamente un programa para nuestro seminario mensual en el año 2013 y organizar en Madrid un simposio internacional en el último cuatrimestre de 2013. Quedan abiertas las propuestas de trabajos a presentar en uno y en otro.
4. Preparar nuestra participación en el próximo Congreso Internacional de Humanidades Médicas (Sao Paulo, 15-16 marzo 2013 http://humanidadesmedicas.com/conference-2013/
) en el que podemos aportar una sesión de Medicina Narrativa si tenemos suficientes contribuciones. También están abiertas las inscripciones.
5. Impulsar el desarrollo de una sección de medicina narrativa dentro de una nueva página web de Teoría de la Medicina y Humanidades Médicas que vamos a desarrollar a partir de nuestro actual blog (http://humedicas.blogspot.com.es/).
Los profesionales de las distintas disciplinas vinculadas a la medicina narrativa que deseen incorporarse a estas actividades pueden ponerse en contacto con los coordinadores:
José Lázaro
Madrid
PRESENTACION DEL LIBRO «¿BIOINGENIERIA O MEDICINA?» DE JORGE TIZON Y NERI DAURELLA (EDITORES)
25 Enero de 2013, Lugar: Colegio de Médicos de barcelona. Hora: 19 horas.
Mas información del libro y del evento:
Comentario de libros.-
Sadaba J. No sufras mas. La felicidad en la vida cotidiana. Ed Península. Barna 2012.
¿Por qué escribir sobre la felicidad? A la infinidad de libros que existen sobre la materia considérese lo inútil que es hablar de algo que no precisan las persona felices, y que poco servirá a las infelices. Pero además. ¿quién está legitimado para hablar de la felicidad? Las personas felices poco les interesa explicar las razones de su felicidad, entre otras razones porque las desconocen. Quizás el individuo que siendo infeliz logra algunas cotas de felicidad sería el mas adecuado para describir su tránsito. Schopenhauer fue uno de estos filósofos amargos que logra cierta felicidad… mediante el éxito social. Curiosa manera de traicionar sus propios postulados, pues logra felicidad mediante el reconocimiento social… cuando él postula una independencia del rebaño…
Los filósofos y ensayista que tratan el tema procuran graciosamente la educación de las masas, es decir, a mas educación emocional, social, psicológica… se deriva mayores cotas de felicidad. ¿Es eso así? A la postre quizás tenga poca importancia, porque quizás algunos de estos ensayistas lo que persiguen no es ayudar al prójimo, sino ayudarse a sí mismos, vendiendo best-sellers o ganando en proyección social.
Otra motivación para escribir un libro sobre la felicidad puede ser la especulación filosófica. En tal caso desaparece la retórica prescriptiva, (“la felicidad está dentro tuyo y basta con que la busques y te la creas”, etc), para ahondar en un terreno pantanoso, (empezando por la misma definición de felicidad). Pero el proyecto es honesto, porque no hay nada en la vida que nos interese mas que la felicidad, (¿o tal vez sí?).
El libro de Javier Sádaba (JS) está a medio camino de una y otra intencionalidad. El punto de partida de su libro “No sufras más”, se nos ocurre muy epicúreo: rechazo del dolor físico y moral. Un punto de partida que ha sido desarrollado por Rogeli Armengol en su libro “felicidad y dolor, una mirada ética”. Varios temas se repiten aquí, aunque lógicamente Sádaba no ha leído a Rogeli, (resulta muy raro que un pensador español eche una mirada a otros autores de su lengua, prefieren citar a los anglosajones). El libro se estructura en tres partes: la primera de índole conceptual, la segunda aborda grandes temas que influyen decisivamente sobre la felicidad, y en la tercera se escogen dos temas polémicos, la eutanasia y la felicidad de los animales.
La primera parte repasa la base biológica de la felicidad para concluir que es eso, una base y como tal imprescindible, pero no suficiente para garantizar la felicidad. Pase el lector presuroso directamente al segundo capítulo donde ahí sí vamos a encontrar dos ideas interesantes. Primera idea: hay tres niveles de felicidad, la felicidad subyacente (también adjetivada como “genética”), la felicidad ligada a la obtención de bienes y la felicidad del sentido de la vida. Cada uno de estos niveles, nos dice JS, tiene sus señuelos, el Prozac, el consumo, las religiones… “Se puede y se debe dar la bienvenida a los placeres (…) siempre y cuando (…) se encuadren en una visión total de la vida humana” (pág 49), colige JS, y este sentido global lo busca en contraste con la muerte. Ahí aparece la segunda idea fuerte del libro: JS nos propone una tabla de contingencia, (lo de tabla lo digo yo, pero el concepto es de él) que tiene mas o menos este aspecto:
Sentido Vida positivo
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Sentido Vida negativo
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Sentido Muerte positiva
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Posicion vital A
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Posición vital C
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Sentido Muerte negativa
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Posición vital B
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Posición vital D
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Posición vital A: la muerte da más sentido a la vida, que de por sí ya es valiosa, la muerte seria “la salsa de la vida “ (pág 53)
Posición vital B: la muerte quita sentido a la vida. La vida en si misma es buena, pero la muerte nos arranca de ella y nos reduce al polvo; todo lo humano es reducido al polvo. De todas maneras cabe la posibilidad –como indica JS- de sumergirnos “en una unión profunda e instintiva con la correinte de la vida” (B Russell, pag 52).
Posición vital D: todo negativo, no merece la pena vivir.
Posicion vital C: la muerte quita y da sentido. Incluso pensando que la vida es un sinsentido se puede vivir “de la mejor manera posible” (pág 53). Se me ocurre que esta posibilidad, a la que se inclina JS, es muy unamuniana, al final la muerte da una pincelada épica a nuestras existencias. En todo caso JS se declara tremendamente narrativo al apuntar: el nivel del sentido de la vida “inunda de tal manera nuestros actos que tiene primacía a la hora de hablar de felicidad” (pág 54). ¿De veras es así? Esta sería una hipótesis de trabajo verificable empíricamente: plantémonos en un Campus Universitario y preguntemos a los estudiantes: ¿eres feliz?, ¿has pensado en tu muerte?, ¿ves relación entre tu felicidad actual y tu reflexión sobre la muerte? Creo que nos encontraríamos sorpresas.
En el tercer capítulo JS apunta la presencia de personas que viven, son mas o menos felices, y “no aspiran a mas” (pág 62). “Les felicito si su conducta les da felicidad, aunque permanece siempre la sospecha de que de una forma u otra la sombra del sinsentido les acompaña” (pág 62). Este tipo humano que vive sin embrollos filosóficos fue retratado magistralmente por W. James en “las variedades de la experiencia religiosa”, libro que esta vez sí, cita JS. La posición de James se me antoja mas comprensiva, pero comparten con JS calificar a esta manera de estar en el mundo como “felicidad del no pensar”. Aparecen en este punto Tolstoi, Wittgesntein, Russell, y el libro parece bascular hacia una posición menos beligerante: tampoco está mal sumergirse en el caudal de la vida y disfrutarla sin más. Pero en este punto aparecen los deseos de trascendencia que incomodan con promesas religiosas. Cabe trasladar a la Naturaleza lo que antes atribuíamos a Dios, pero no parece que solucione nada. Finalmente queda un acto de rebelión ante el mutismo del Universo, una declaración de no sometimiento (pag 69). Se me antoja que JS intenta solucionar el tema del sentido de la vida apelando a una narrativa de la vida, a un acto épico que de sentido a la vida… ¿recurrimos, como parece, al mito del héroe pero en versión secular? ¿La vida tiene sentido por un acto heroico que nos pone en peligro? Esta parece ser la tesis, (muy al gusto de Nietzsche), aunque no llega a enunciarse con esta claridad. Hay que rebelarse ante el mutismo del Universo (pág. 69) y buscar el sentido de la vida “para no pagar el duro tributo del dolor de haber nacido” (pág 81). JS analiza diferentes opciones religiosas y concluye con Epicuro que “de lo que se trata (de buscar) es un placer completo; es decir, no solo sensible, sino también intelectual. Y no se reduce a una acumulación de instantes sino a lo que él llama placer estable (catatemático). Si por otro lado uno sabe de sus limitaciones, soporta los dolores, goza corporal y espiritualmente, aleja los temores infundados y tiene amigos, será humanamente feliz” (pág 83). Muy a los shcopenhauer cuando remata: “ lo que en la vida nos sucede, a la vida pertenece y, por mucho que suframos, la actitud ha de ser la de aquel que, sin obviar el dolor, continua estando agradecido a la naturaleza por los variados dones que esta nos ofrece” (pag. 84).
Este agradecimiento no sería extendible a los animales. Como bien observa, (citando a JJ Lynch), “el dolor humano se ha intentado justificar bien recurriendo al mito del pecado original que a todos acabaría afectando, o bien por la libertad humana, que al caer en el mal merece un castigo. Nada semejante ocurre en el reino animal por lo que su dolor aparece de una gratuidad y crueldad inexplicables”, (pág 218). Dentro de todo somos afortunados y eso debería hacernos mas respetuosos hacia ellos.
La segunda parte del libro analiza la felicidad en relación al trabajo, la política, la salud y el amor. Solo este último capítulo me parece bien trabajado y le dedicaremos los últimos comentarios. Mientras que el sentimiento de dependencia sería lo propio de la religión, el de fusión placentera sería la esencia del amor. A lo largo de la vida dominan diferentes versiones de este amor, del amor físico a la ternura, pero en todo caso subsiste la cuestión fundamental: como dar las felicidad a este amor (pág 168). El amor pasión colorea la vida y es fuente de sentido, pero debe complementarse con el amor fraternal, el amor a la Humanidad , un amor que cuando se logra proporciona una “especialísima felicidad” (pág 184). Hay que establecer vínculos y jugar a abrirse y cerrarse a los demás para encontrar el equilibrio que nos hace mejores. Cerrarnos, por ejemplo, a las personas que practican un “amor (o amistad) negativo”. En eso nos jugamos la felicidad, nos advierte JS. (pág 187-8).
En suma se trata de un libro que interpreta la felicidad en clave de perfeccionamiento humano. Nos tenemos que elevar desde la felicidad orgánica (la que no niega e incluso alaba JS), a la espiritual. En este sentido el libro que comentamos sigue la estela de Comte-Sponville en una cierta lectura laica y secular de valores cristianos. De todas maneras el problema subsiste: ¿no hay detrás de esta concepción de la felicidad una idea excesivamente generosa de las posibilidades humanas? ¿no hay una visión excesivamente “narrativa” de la vida humana? Quizás como apuntaba W.James hay personas que son felices sin mas, sin pretender ni buscar ningún perfeccionamiento, sin llegar nunca a un amor por la Humanidad … Quizás la felicidad se desarrolle de manera distinta según nuestras capacidades o nuestra comprensión biográfica… ¡Continúe el lector sus pesquisas!.
Francesc Borrell
Barcelona
Solomon RC. Not Passion´s Slave. Emotions and Choice. Oxford University Press, Oxford , 2013.
Los grandes filósofos no son conocidos por sus contemporáneos, (salvo excepciones y salvo por el público “entendido” en la materia). Este es el caso de Solomon, uno de los filósofos a nuestra manera de ver mas importantes en filosofía de la mente de finales del siglo XX. Este libro fue publicado 5 años antes de su prematura muerte, (acaecida en enero del 2007 en el Aeropuerto de Zurich, en la plenitud de su producción filosófica). Solomon inició sus estudios de Medicina en la Universidad de Michigan, pero quiso la suerte que presenciara una conferencia del profesor Bergmann en la que parafraseando a Nietzsche se preguntaba: “si tuviéramos la oportunidad de vivir una y otra vez nuestra vida, ad infinitum, forzados a soportar el dolor y la pena de la existencia, ¿acabaríamos desesperados o hincaríamos la rodilla en señal de gratitud?”. La interpretación de Solomon fue la siguiente: es necesario vivir la vida en completa autenticidad, no despreciar un solo dia de esta existencia en actividades que puedan tener escaso sentido. Y dejó los estudios de medicina para licenciarse en filosofía, y mas tarde ocupar un posición de profesor en la Universidad de Tejas.
Solomon se especializó inicialmente en los filósofos europeos del siglo XIX y XX para luego saltar a la filosofia de la mente, y de manera mas concreta a la filosofía de las emociones. Su trayectoria dice mucho de la evolución de la filosofía americana, cada vez mas parcelada, diversificada y exigente. El libro que comentamos condensa el pensamiento de Solomon acerca de las emociones hasta el año 2001, por lo que nos parece interesante profundizar en uno de los capítulos: “Back to Basics: On the Very Idea of “Basic Emotions”, pp.115-143.
El lector interesado tiene en abierto otro de los capítulos de la obra, “emociones y decisiones”:
Un libro de filosofía tiene una característica que le distingue de un libro de psicología o de medicina: no pasa de moda. Este es el caso del capítulo que comentamos: “Back to Basics: On the Very Idea of “Basic Emotions”, pp.115-143. Este capítulo, además, no ha sido publicado como artículo de revista, otro valor añadido para comentarlo aquí.
El argumento general de Solomon es el siguiente: la psicología postula la existencia de emociones básicas del ser humano, -(las cuales dan lugar a emociones complejas, derivadas por adición o sustracción de las básicas)-, en un sentido que resulta inadecuado y de escasa o nula utilidad. Las emociones, según Solomon, son un fenómeno que incluye 5 aspectos: a) una reacción conductual; b) una reacción fisiológica; c) una construcción fenomenológica (sensaciones que nos ayudan a construir el objeto de la emoción); d) un aspecto cognitivo, (juicios, percepciones, pensamientos, reflexiones…); e) un entorno cultural donde tienen sentido. Los cinco componentes no pueden serpararse, argüye Solomon, y no pueden tomarse como componentes de la emoción, sino como partes constituyentes e indesligables de la emoción.
El segundo aspecto que defiende Solomon es que no hay un set básico de emociones, sino millares de emociones diferentes que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Estas emociones pueden describirse en una matriz multidimensional:
a)orientación al objeto: “yo” vs “otros y relaciones entre ambos.
b)juicio o evaluación: responsabilidad de la situación que vivimos, estatus a que da lugar, atracción o repulsión, etc.
c)cuestiones de alcance y enfoque.
d)aspectos estratégicos de confianza y posiciones defensivas.
e)estimación de las intenciones de los otros.
f)deseos asociados.
g)planes de acción
h)pronóstico y consecuencias previstas.
Solomon pone algunos ejemplos que recuerdan los analizados por Adam Smith casi 250 años antes: ante el resultado negativo de una acción, (y que dicha acción acabe perjudicándonos), sentiremos rabia si podemos atribuirlo a otra persona, pero sentiremos vergüenza si la atribución recae sobre nosotros mismos. Esta matriz, apunta Solomon, nos lleva a considerar emociones que no son compatibles con una determinada cultura, y en cambio si lo son con otra, o tal vez en ninguna. No hay emociones en ausencia de interpretación cultural.
Regresemos al tema que nos ocupa: ¿existen emociones “básicas”? Podríamos considerarlas en un modelo reduccionista. Los modelos reduccionistas, nos dice Solomon, no son malos “per se”, pero pueden cerrar importantes aspectos a la atención de los científicos. En tal circunstancia, cuando un tema no está aún bien explorado, pueden tener consecuencias negativas. Este sería el caso de las emociones, y así parece demostrarlo la variedad de emociones básicas que diferentes autores postulan. Quizás lo que ocurre es que no sabemos muy bien qué queremos decir con la palabra “básicas”: si nos referimos a que no son reducibles a ninguna otra emoción, o bien si son las mas frecuentes, o son las mas valoradas por una sociedad, o si son las que tienen un componente neurobiológico mas potente, (harwiered). Solomon postula que las definiciones que se han hecho de emociones básicas siguen sospechosamente un patrón cultural, y demuestra con diversos ejemplos que algunas emociones en las que todos coinciden que son “básicas”, podemos encontrar grupos humanos que las tienen como muy secundarias. Sería el caso de los Utku Inuits que jamás se enfadan. Los entornos culturales, nos dice, modelan unas proto-emociones que todos tenemos en potencia, por lo que preguntarnos cuales son nuestras emociones básicas es preguntarnos cuales son las emociones que nuestra sociedad prioriza como básicas. Detrás de esta elección, añadiríamos nosotros, encontramos una apuesta por determinados valores. Solomon remata su argumentación con el caso de la envidia, una emoción que casi nadie considera “básica” y que está omnipresente en casi todas las culturas.
Francesc Borrell
Barcelona.
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Public Health and Social Justice
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Todas las presentaciones, (en Power Point) son de acceso libre, y se correlacionan con artículos que los mismos autores ponen a disposición del público. Estos materiales pueden usarse siempre que se cite la fuente.
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Vídeo recomendado.-
Afrontando la muerte.
Documentos TV emitió este extraordinario documental realizado por Navasky M y O´Connor K., sobre el final de la vida. La película recoge el testimonio de diversos pacientes trasplantados de médula en el Mount Sinai, un Hospital de NY de gran prestigio. Los pacientes objetos de atención son pacientes que por diversas razones tienen un mal pronóstico. El argumento general del reportaje desarrolla la siguiente pregunta: ¿resulta sostenible y ético mantener a centenares por no decir miles de pacientes en estado agonizante, durante meses y meses, conectados a un respirador? Se calcula que los pacientes que escogen alargar su vida mediante medios de ventilación mecánicos suponen un gasto sanitario de 25 mil millones de dólares anuales en EE.UU. Sería bastante lógico de pensar que mediante testamento vital esta proporción bajaría de manera sustancial. Sin embargo tras visualizar este reportaje se abren muchas dudas. Varios de los pacientes terminales entrevistados solicitan reiteradamente que se haga todo lo posible para mantenerlos en vida, “cueste lo que cueste”. Algunas familias de pacientes que no están en disposición de decidir se muestran vacilantes, pero al final deciden conectar al paciente a un respirador. Una de las historias conmovedoras que recoge el documental es el de un hombre de mediana edad que sufre un rechazo de médula y al que no se le puede ofrecer ninguna otra medida terapéutica. A pesar de que se le explica en diversas ocasiones su situación no parece entenderla, y cuando la entiende solloza en una completa desolación. Solicita reiteradamente que se le mantenga en vida cueste lo que cueste, y al final le convencen para que pase unos dias en su domicilio, donde fallece. Una de las doctoras (Nelson J.) acierta al decir que pacientes y familias tienen interiorizada una medicina que lo puede todo, y enfrentados a la disyuntiva de “hacer algo mas” o “dejar morir”, se inclinan por lo primero. A nadie le gusta sentirse culpable por la muerte de un ser querido. Lo podemos decir de otra manera: hay una estétita de la ética, una estética que cambia con los años y con las modas, cierto, pero que ahora mismo dicta que es más ético “hacer” que permanecer pasivos.
Estamos convencidos que nuestros lectores encontrarán muchos motivos para disfrutar ( y sufrir) este excelente vídeo. Participan en el documental médicos bien conocidos: Groopman J., Osman K., Muller D., Malone A., y Nelson J., entre otros.