La situación en este momento de los proyectos de nuestra Fundación Iatrós de Teoría de la Medicina y Red Iberoamericana de Humanidades Médicas es la siguiente:
1. El Seminario de Teoría de la Medicina (presencial y con videoconferencia), dedicado este año a la Medicina Narrativa, celebrará sus dos próximas sesiones en las siguientes fechas: 19 de febrero: Enrique Baca: «Historia y relato en el signo y en el síntoma». 12 de marzo: José Lázaro: «Fisiopatología de la violencia: análisis narrativo». Se solicitan autopropuestas de ponentes y temas para las próximas sesiones. Más información en el documento anexo.
2. La convocatoria del Tercer Congreso Internacional de Humanidades Médicas que hemos organizado en Sao Paulo (15-16 de marzo) ha tenido una excelente respuesta. Adjunto su programa a fecha de hoy, ya con horarios.
3. El grupo de trabajo español sobre medicina narrativa ha logrado presentar nueve ponencias al próximo congreso de Londres (A Narrative Future for Health Care. Launch of the International Network for Narrative Medicine, June 19-21, 2013).
4. Se acaba de publicar el Boletín número 4 de Editorial Triacastela, especializada en Humanidades Médicas.
5. La Asociación de Bioética Fundamental y Clínica celebrará el XI Congreso Nacional de Bioética sobre el tema «El arte de elegir en los tiempos sombríos» en León, del 3 al 5 de octubre: www.bioetica2013.com
6. Está ya en maquetación el número 2 de la Revista Internacional de Humanidades Médicas, que os enviaré como pdf en cuanto me llegue. Se solicitan artículos y reseñas de libros para los siguientes números.
7. Para dar mayor consistencia y difusión a estas y otras actividades estamos trabajando intensamente en el diseño de una página web y en la búsqueda de nuevas vías para la difusión de nuestras actividades entre todos los interesados de España, Portugal y América. En ambas (y en otras) iniciativas se admiten (y solicitan) colaboraciones.
8. Adjunto información sobre las próximas actividades de la International Network for Philosophy and Psychiatry, la Fifth Philosophy of Medicine Roundtable, el International Advanced Seminar in the Philosophy of Medicine «Unity and autonomy in the philosophy of medical science».
Se agradecerá cualquier difusión que podáis dar a estas informaciones a través de vuestras redes de contactos.
Como siempre, si alguien no quiere seguir recibiendo estas informaciones no-periódicas, sólo tiene que notificárnoslo.
José Lázaro
Madrid.
CURSO BIOÉTICA EN PEDIATRÍA
Coordinan: Marta Sánchez Jacob Miguel Lillo Lillo
Dirigido a: Pediatras de Atención Primaria y Especializada, MIR de Pediatría, ATS y EIR de Pediatría.
Fecha: viernes 19 de abril de 2013, de 9:00 a 20:00 h.
Lugar: Salón de actos del Hospital General Universitario de Albacete
Inscripciones a partir del 4 de marzo. Enlace http://www.aeped.es/eventos/2013/bioetica-en-pediatria
Solicitada acreditación a la Comisión de Formación Continuada de las profesiones sanitarias de Castilla-La Mancha
Comentario de libros.-
Sloterdijk P. Ira y tiempo. Siruela. Madrid 2010. 288 pág.
Es este un libro político y de filosofía, y el lector sacará conclusiones diferentes si se conforma con una sola de estas perspectivas. Desde la perspectiva política Sloterdijk se interroga sobre lo que mueve a las masas revolucionarias, sobre el éxito y fracaso del comunismo, sobre el metabolismo de la ira y las maneras colectivas de gestionarla. Desde la filosófica indaga sobre la naturaleza humana, sobre lo que mueve a la persona al sacrificio, al esfuerzo, y como podemos quedar anulados como individuos en un entorno de miedo y rabia. La ambición intelectual de la obra es por consiguiente muy alta, nada menos que desvelar algunos resortes poderosos del alma humana, y por ello nos interesa en este blog de Humanidades.
La introducción del libro enmarca el ámbito sobre el que Sloterdijk reflexionará: la Grecia clásica, sobre la que se erige la primera piedra de nuestra civilización. En ella nace el rapsoda que cantará las excelencias del héroe. El héroe clásico realiza grandes obras mediante el uso de la cólera, el mundo queda constituido por “las batallas que se disputan en él” (pág 17). Los sentimientos de afirmación individual, a los que llamará en lo sucesivo “mundo thimótico”, (de Thymós, fuerza vital origen de las emociones) o “fuerza thimótica”, (en realidad compuesta por varias fuerzas, la fuerza de la ambición, de la auto-estima, de la ira, de la rabia…), se articulan en el mundo clásico sobre una competencia cuya máxima expresión es la guerra. La cultura griega procede a una primera domesticación de la ira como forma de masculinidad, un encauzamiento mediante el cual el héroe cultiva la ira “justa”, y deviene protector del pueblo ante las ofensas o desconsideraciones (pag. 23). Se produce una segunda vuelta de tuerca cuando el autor afirma que la fuerza thimótica debe entenderse mas potente que la erótica. Para Sloterdijk es un error garrafal del psicoanálisis interpretar al narcisista como esclavo de una fuerza libidinal, cuando en realidad lo es de su orgullo. Las diferencias entre Eros y Thymós, afirma, son abismales, y si Freud ignoró la fuerza del orgullo fue por afán de “hacer pacientes”, erotizar la condición humana para debilitarla y hacerla dependiente del psicoterapeuta. El erotismo subraya lo que nos falta, Thymós por el contrario afirma lo que somos (pag 26). Por eso al final prevalece Thymós, porque “a cada uno se le exige aparecer en la escena(…) y hacer valer sus fuerzas”, pag 27.
Existe para Sloterdijk una basculación entre Thymós y Eros. Esta basculación queda mejor explicada al final del libro, (de imprescindible lectura el capítulo 4). Agotada la persona en el Thymós, en la venganza, en la ira, se repliega en el Eros, en el tener, en el consolarse. La sociedad comunista bascula a la sociedad de consumo con una ingenuidad que le lleva a entender el capital como un bien que se reproduce solo. Triunfan en los años 90 las estafas piramidales, (Sloterdijk ofrece datos realmente inusitados de este fenómeno en los países del Este) porque se apuesta por un capitalismo especulativo frente a un capitalismo creador de valor. No podemos alargarnos aquí sobre la visión que sustenta Sloterdijk en relación al capitalismo, pero digamos en breve que para él se trata de un sistema de huida hacia adelante en que lo fundamental es la gestión de la deuda: el Banco Central debe ralentizar la quiebra mediante una alquimia que consiste en rejuvenecer el dinero (pág 237). Un sistema que no permite ver “fuera” del sistema, a pesar de que es notorio que se acaban las fuentes energéticas sobre las que se sustenta. Pero el sistema capitalista es el mas estable de los que ha inventado la especie humana.
El discurso de Sloterdijk adopta en varias partes del libro una forma claramente nietzscheana: el cristianismo, afirma el autor, se propone desde los inicios debilitar esta fuerza thimótica del héroe negando la voluntad. Para ello explota el pecado y la culpa y crea un sujeto de escasa apetencia volitiva que por no querer ya no sabe el valor de las cosas. “Donde existe carencia de poder, la “ética de la carencia de valor” toma la palabra”, (pág 30). Dicho de otra manera: dejamos de querer cuando nos sentimos (o nos hacen sentir) débiles. Puro Nietzsche.
En el polo opuesto surgen los partidos políticos como grupos exigentes cargados de fuerza thimótica. Las personas dentro de estos colectivos, afirma Sloterdijk, usarán la retórica como medio para establecer jerarquías y ordenar esta enorme fuerza hacia una práctica política. Son grupos muy tensionados que precisan de reglas estrictas para interactuar entre ellos, pues han construido un entorno en que fácilmente estimulan su ambición y auto-afirmación. Son grupos también erotizados, porque se precisa el reconocimiento mutuo para bajar la tensión imperante.
El líder será aquella persona no solo provista de retórica, sino también de capacidad de guiarse a sí misma. Y “solo quien es capaz de reprenderse es capaz de guiarse” (pag 35). La autonomía del sujeto se funda en un contraste entre su fuerza thimótica y cierto sentido de lo bueno o adecuado que no le permite cualquier manifestación de auto-afirmación, que le reprende y guía. Ello conduce a domesticar la ira, que ya no será “jefe” sino “soldado” al servicio de la razón (del líder). Sin embargo no hay que olvidar que “el movimiento thimótico se relaciona con el deseo de ver confirmada la conciencia del propio valer en los otros” (36), lógica inexorable que Sloterdijk bautiza como “doctrina del thymós”. Según esta doctrina podemos observar muchos actos de domesticación y postergación de la ambición o de la ira, pero al final los sujetos lo que de veras van a querer es verse reconocidos por los demás.
Sloterdijk
La domesticación de la ira tiene dos grandes vertientes: la política y, secundariamente, la religiosa. Una vez el ser humano aprende durante el Neolítico a almacenar grano y bienes, traslada el almacenaje de la agricultura a otro tipo de campo, al campo de las emociones y los símbolos. Nace la idea de “tesoro” y después la idea de capital. Si el tesoro es perenne y estático, el capital es caduco y necesariamente dinámico. “Capitalizar” la economía, el arte o las relaciones entre grupos humanos ha sido un paso posterior al “almacenaje” de bienes materiales, estéticos o simbólicos.
El empeño de Sloterdijk será analizar como almacenamos y capitalizamos la ira en la acción política y religiosa. El mundo está repleto de injusticias, pero las revoluciones solo logran triunfar cuando entra en escena los que Sloterdijk llama “sacerdotes seculares del odio”. Para ello se crean bancos donde almacenar la ira en forma de odio, relatos comprensibles capaces de reproducir o provocar la ira en otros momentos y lugares. Estos bancos crean una red de sucursales con sacerdotes (militantes) instruidos en la circulación de pagarés y créditos. A cambio de depositar la ira en una de estas sucursales la persona recibe una cierta cantidad de autoestima y un pagaré de venganza a futuro. La venganza es un “proyecto a futuro” que es capaz de llenar de sentido la vida de cualquier persona. Vivir para hacer realidad una venganza hace buena cualquier biografía, (y cualquier novela, véase El Conde de Montecristo, que Sloterdijk analiza con minuciosidad). “La historia es la historia de la utilización de la ira” (pág 79).
El análisis de Sloterdijk se centra en la dinámica de los partidos comunistas, a los que conoce bien, pero lo hace extensible a los fascistas, de quienes afirma que : “el fascismo es un socialismo en un país… sin pretensiones de complementos internacionalistas. … (…) un socialismo sin proletariado, o en su caso, un igualitarismo sobre base populista” (pag. 183). Muchas páginas las destina a mostrar hasta qué punto el Komintern (como banco internacional del odio) y los comunistas en cualquiera de los países considerados, son campeones del odio. Curioso que apenas aparezca Hitler en una obra dedicada al odio…
Desde la perspectiva adoptada por Sloterdijk política y religión van de la mano en muchos aspectos, (incluso sugiere el comunismo como emulador del paradigma cristiano desde la liturgia a los símbolos), porque en el fondo estamos analizando un mismo fenómeno: la manera de adaptarnos a la injusticia. El Dios iracundo del Viejo Testamento que hace caer un diluvio terrible sobre la faz de la Tierra da paso a un Dios contenido que posterga la venganza por las malas obras humanas al “fin de los tiempos”…. Sin este acto de postergación sería imposible construir la teología moderna, porque sobre él se asienta la idea de un Juicio Final, el Infierno y el Purgatorio. Dios nos permite vivir nuestra vida en libre albedrio y será tras la muerte que rendiremos cuentas. “Largo me lo fiais”, podríamos decir, por lo que es necesario un rendir cuentas periódico, un libro de contabilidad “en vida”, para desplegar un conjunto de pecados, redenciones, santos e indulgencias que capitalicen el miedo o la culpa. Esta capitalización requería del purgatorio como lugar de redención, como prolongación necesaria de nuestra historia personal, antes de ingresar en la eternidad. Puesta en circulación la idea de Purgatorio se capitaliza ya en sentido mundano las indulgencias.
Sloterdijk se pregunta, no sin sorna, porque Dios continúa creando seres humanos que serán pecadores y le harán enfadar, (y de tal manera provocarán su ira, sus castigos, etc., de manera un tanto masoquista). ¿No resulta muy previsible este círculo de pecado- ira- castigo divino? De ser así la ira divina o sería ingenua –(pero entraríamos en una contradicción teológica con la omniscencia)- o sería auto- provocada. La respuesta la proporciona en las páginas iniciales de su obra: la religión va un paso atrás de la política, es un complemento, un instrumento auxiliar que ayuda a gestionar ira y miedo para propósitos finalmente humanos, y no tanto espirituales. Resulta curioso constatar que en este punto adopta una posición marxista, ¡él que es un gran crítico de Marx!. Pero en fin, esta es la visión instrumental que sostiene de la religión, que sin duda tiene parte de realidad, (aunque esconde otra parte que mencionaremos mas abajo).
No creo que Sloterdijk esté muy preocupado por las contradicciones e incompletitudes en las que incurre. Como buen pensador de frontera explora el papel de fuerzas o variables poco valoradas, a la sazón la ira como motor histórico. Estos pensadores incurren en el riesgo de no ser sistemáticos, de no considerar otras perspectivas igualmente válidas y por lo general exageran el valor de sus hallazgos. Freud, Nietzsche, Bataille, son buenos ejemplos. Las ventajas para ellos –como intelectuales- son obvias: se abren espacio a codazos en el mercado de las celebridades, aportan visiones inéditas, y afloran aspectos de nuestra naturaleza que quizás no sean verdades absolutas, pero acostumbran a serlo relativas.
Entre los aciertos de su análisis apunto: a)la visión del pensamiento apocalíptico; b)la sociedad de capitalismo occidental como incapaz de generar movimientos revolucionarios thimóticos, a pesar del paro y otras calamidades que nos asolan; c)el análisis que realiza del Islamismo radical; d)la propiedad como asiento de la auto estima. En cuanto a desaciertos o mejor, insuficiencias del libro, detecto dos “de campo” y dos insuficiencias “de método”. En cuanto a las de campo:
-En relación al cristianismo centra su análisis en el metabolismo de la ira cuando las religiones en general son construcciones ideológicas dirigidas al metabolismo del sufrimiento. El carácter analgésico de la religión en general le pasa completamente desapercibido o no le interesa. También el papel educador de la religión: los padres del cristianismo erigieron el corpus teológico cuando tenía lugar la Caída del Imperio Romano. El afán de reducir la ambición y la ira se explican perfectamente si atendemos al carácter bárbaro de las huestes del Norte, a las que seducían con milagros y asustaban con infiernos. Sin esta temperancia… ¿hubiera sido posible una transición de la ética aristocrática a la ética de la dignidad?
-En relación a la política en general: asimilar ira a Thymós, auto-afirmación, nos camufla el poder de los sentimientos de justicia/ injusticia. La ira es un regulador imprescindible de la vida social y no puede entenderse sin una consideración detallada de la idea de justicia. Hoy nos indignan cosas que antes pasaban desapercibidas, entre ellas la corrupción de los políticos, por ejemplo. El empeño de hacer un modelo de la historia basada en la ira es similar al empeño de hacer una patología médica basada en la fiebre. Ira y fiebre son síntomas de procesos que debe ser entendidos desde una óptica mas etiológica. Desde mi punto de vista esta perspectiva sería posible modelizando las diferentes ideas de justicia que se han dado en los últimos 200 años, y relacionándolas con los movimientos revolucionarios y reformistas.
En relación a las insuficiencias de método:
-Sloterdijk pone en el mismo saco ira, odio, resentimiento, miedo y culpa. Mientras que el análisis sociológico es brillante falta a mi entender una aproximación mas psicológica a la persona “histórica” y a la versatilidad de sus emociones. Por ejemplo, si bien es cierto que la Revolución Rusa tuvo un primer momento marcado por la ira, la posterior represión estalinista obedeció a las leyes del terror, fríamente calculado. Esta basculación de la ira al terror, del terror a la culpa, y la fisiología general del miedo apenas quedan vislumbradas en la obra.
-Existe una relación entre demografía, ideología y manejo de las utopías que se intuye pero sobre el que no se profundiza ni se clarifica. ¿De qué depende que una utopía se enraíce en un colectivo desheredado? ¿Cuáles son las utopías “menores” en ausencia de una utopía fundacional, (v. gr.- las utopías menores que alimentan las esperanzas de los jóvenes de las sociedades occidentales)? ¿Es suficiente un clima cultural para limitar el avance de una utopía destructiva?
En suma, un libro prolongación de Nietzsche y su teoría del resentimiento, un libro que le habría encantado escribir a Alexander Solzhenitsyn, con importantes intuiciones que lo hacen de lectura imprescindible. Sin embargo exige del lector paciencia y atención, pues casi no hay frase en el libro que no pudiera ser dicha con mayor claridad y sencillez. Nos tememos que el autor haa sido contagiado por el virus “habermas”. ¿O es vicio alemán?
Francesc Borrell, Barcelona.
DISCUSION “IRA Y TIEMPO”.- GRUPO IATROS.
José Lázaro (JL).- Francesc, interesantísimo tú análisis del libro de Sloterdijk. Yo todavía no lo he leído, (hace meses que lo tengo en la pila de lecturas pendientes, pero la pila crece más deprisa que las horas disponibles para degustarla). Me interesa especialmente la relación ira-orgullo; sospecho que el orgullo es lo primario, y la ira, como otros términos que mencionáis Sloterdijk y tú (resentimiento, odio, venganza, terror calculado…) son manifestaciones secundarias del orgullo y del deseo.
«El grito» de Münch
Francesc Borrell (FB).- En relación al tema que planteas, José, posiblemente la ira nazca de un intento por mantener la propia imagen en la comunidad. Cuando se hiere nuestro orgullo podemos responder con ira si creemos que se ha cometido una injusticia. La envidia en el fondo es también un sentimiento de injusticia. Luego, lo primario seria el orgullo pero bajo la perspectiva de cierto sentimiento de justicia. La ira seria vehículo de restitución. Exige este sentimiento primario de “deuda” de los otros hacia mi.
JL.- Eso es lo que a mí me gustaría distinguir: lo primario y lo secundario. Si fuese cierto que el orgullo y el deseo son primarios, la ira sería una respuesta secundaria a la agresión contra el orgullo o a la frustración del deseo. Eso le daría pleno sentido a la crítica que le hace Sloterdijk al psicoanálisis (acabo de leerla) por minusvalorar ese primer elemento, llámesele ira u orgullo (o narcisismo, que es como Freud le llama). El conjunto de los dos elementos primarios (ira/orgullo por un lado, eros/deseo por otro) pienso que permite fácilmente reducir a ellos también la justicia, una elaboración secundaria, mucho más instrumental de lo que se suele pensar, para intentar satisfacer al máximo (dentro del escenario competitivo que supone la presencia de otros) el orgullo y el deseo.
FB.-Parece como si los humanos viniéramos “de fábrica” con un fuerte sentimiento de justicia, de reclamar “lo que es mío o a lo que tengo derecho”. Sloterdijk identifica Erosy Thymós como dos grandes impulsores de la conducta humana. Cabría preguntarse si con estas dos polaridades hay suficiente para explicar conductas como la empatía o la curiosidad. También cabría preguntarse si el miedo equivale a la ira para la polaridad Eros. Si fuera así el esquema metafísico de Sloterdijk sería, mas o menos:
Thymós (orgullo y otros sentimientos de afirmación)- Dan lugar a reclamar justicia cuando se ve en peligro. Dan lugar a conductas de ira como respuestas extremas.
Eros (deseo, y otros sentimientos de pertenencia)- Dan lugar a reclamar propiedad o pertenencia cuando se ven en peligro- Dan lugar a conductas de miedo cuando peligra la propiedad, (propiedad o pertenencia en sentido amplio).
El esquema sería bastante coherente con diferentes maneras de responder al peligro. Cuando afrontamos un reto y estamos en posición Thymós, (orgullo), la conducta derivada puede ser la ira, y no el miedo. En cambio la misma situación reto pero con el sujeto en posición Eros, (deseo), conduciría a miedo.
JL.-Aunque Frans de Waal y otros primatólogos han descrito conductas de simios que ellos consideran una especie de «instinto de justicia» básico, te confieso mi escepticismo sobre esa tesis: tales conductas yo más bien las veo como un resultado de impulsos primarios, simples manifestaciones de los instintos de supervivencia y reproducción (que son las versiones animales del orgullo y el deseo humanos). Donde sí veo algo probablemente primario es en esos otros fenómenos que tú apuntas cuando mencionas la empatía (no tanto la curiosidad, que está al servicio del deseo), y con ella conductas de entrega total al otro que se ven muy claras en los sacrificios que pueden hacer los progenitores por sus descendientes, o un miembro de una pareja por el otro: manifestaciones profundas de amor que no parecen ser reductibles ni al orgullo ni al deseo. (Este si sería un tercer elemento primario de la conducta humana, como bien me ha hecho ver nuestro común amigo Enrique Baca).
Aunque también hay quien dice que el sentimiento de ser amado es la mayor gratificación narcisista que puede recibir nuestro orgullo y la más elevada de las vías para la satisfacción del deseo.
En fin, habrá que leer detenidamente a Sloterdijk (y a unos cuantos más) para que estas «cibercharlas» aporten conocimiento además de intuiciones.
Informe Unicef sobre la Infancia.-
El lector puede consultar el Informe Unicef de la Infancia 2012 en abierto:
En este informe encontramos datos de gran valor para tener una fotografía actualizada de nuestros niños y jóvenes. Este tipo de informes habría que leerlos sin ninguna opinión ni interpretación, por lo que seleccionamos estos indicadores y preferimos que sea el lector quien los interprete, contrastando su propia percepción con los autores del Informe:
Relativos a la percepción de bienestar personal:
•7,86(2010) sobre una escala de 10
Respuesta media de niños de 11 a 17 años a la pregunta: “En general, en qué lugar de la escalera sientes que está en este momento tu vida” (de 1 a10)
•16,1%(2010) ≃ (16,2% en 2006)
Porcentaje de niños de 11 a 17 años que declaran haber estado bajo de ánimo alguna vez por semana los últimos 6 meses
Entorno familiar y escolar:
•66,7%(2010)⬆(62,8% en 2006)
Porcentaje de niños de 11 a 17 años que consideran sus compañeros de clase «amables y dispuestos a ayudar»
•11,6%(2010)⬆(6,6% en 2006)
Porcentaje de niños de 11 a 17 años que declaran haber sido golpeados, pateados,
empujados, zarandeados o encerrados en el
colegio/instituto alguna vez los dos últimos meses
•4%(2006)
Porcentaje de niños de 8 a 17 años víctimas de algún tipo de maltrato en el ámbito familiar*
Hábitos de salud:
•88,3% (2008)
•Estudiantes de ESO (14-18) que piensan que consumir cannabis habitualmente puede causar bastantes o muchos problemas
Valores personales: amabilidad, personalidad y familia aparecen como los valores mas apreciados.
Pobreza y delincuencia: internamiento ejecutados de menores infractores. del 2008 al 2009 sube del 14 al casi 20%; los menores en todos los regimenes pasan de 5503 menores a 5980.
El periodista suizo Reto U. Schneider es el subdirector del suplemento del Neue Zürcher Zeitung, editado en Zürich. Es también un periodista especializado en Ciencia y tiene un título en Ingeniería Eléctrica. Ha sido presidente de la asociación suiza de Periodismo Científico. Es autor de “The Mad Science Book: 100 Amazing Experiments from the History of Science”, una colección de experimentos curiosos, cuando no pintorescos, que describe en detalle en su contexto histórico. Relara así desde los intentos del dominico del siglo XIV Theodoric von Freiberg por descubrir la causa del arco iris, hasta el elegante diseño del Dr Stubbins Firth, que tragó vómitos ajenos en su empeño por demostrar que la fiebre amarilla no puede transmitirse de persona a persona, o los clásicos ensayos de n=1 de Charles-Édouard Brown-Séquard, que pretendió infundirse juventud y vigor mediante inyecciones subcutáneas de extracto de testículo de cobaya.
Experimentos peculiares
Schneider tiene también una página web que permite acceder a vídeos de algunos memorables experimentos; entre ellos cabe destacar la pseudocharla que en su momento dio un Profesor Myron L. Fox ante un grupo de psiquiatras, médicos de familia e internistas, a los que ilustró sobre “La Teoría Matemática del Juego Aplicada a la Educación Médica” en el marco de una actividad de formación continuada. Aunque a la audiencia se les dijo que Fox era “una autoridad en la aplicación de las matemáticas a la conducta humana”, su profesión era la de actor, y como tal preparó la charla la víspera de su encuentro con los médicos que la escucharon sin otra base que un artículo sobre teoría del juego publicado en “Scientific American”, que adornó con terminología imprecisa, términos inventados por el propio artista y afirmaciones contradictorias. Su exposición, todo hay que decirlo, fue muy apreciada por los asistentes, ya que bombardearon con preguntas al supuesto profesor, quien salió del paso sin que nadie se percatara de la inconsistencia de sus respuestas. Más aún: la encuesta de valoración recogió opiniones entusiastas sobre la charla.
Como corolario, los organizadores de la experiencia contaron finalmente que todo era una farsa. Al día siguiente, una charla “auténtica” fue interpretada como una parodia por uno de los asistentes.
Juan Medrano, Bilbao.
Vídeo recomendado.-
Desvelar errores clínicos. Una perspectiva desde la bioética.-
Informar a un paciente o a la familia que se ha cometido un error en el curso de la asistencia a un paciente puede ser una de las tareas mas penosas a las que se enfrenta un clínico. Hebert es un bioeticista canadiense que aborda los errores clínicos en general, y de manera mas concreta (a partir del minuto 9 de este vídeo), la necesidad moral de notificar aquellos errores a los interesados, (paciente y familia).
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