CÍRCULO DE CIBERLECTURA
ÍNDICE
Noticias.- Folia Humanística (3)3:2024; Seminarios Bioética
Comentario de libros. – Cerebro narrativo
Webs de interés.- ChatGPT
Artículo comentado. – Thirty years of illness scripts
Video recomendado.- ¿Cómo identificar las dificultades de aprendizaje de tus alumnos?
NOTICIAS
1. YA TENÉIS A VUESTRA DISPOSICIÓN EL ÚLTIMO NÚMERO DE FOLIA HUMANÍSTICA: Folia Humanística (3)3:2024 (Open Access) encontrarás: https://revista.proeditio.com/foliahumanistica
TEMA DEL DIA
BIOÉTICA UTILITARISTA VERSUS BIOÉTICA BASADA EN PRINCIPIOS; TODAVÍA UN DEBATE. Alcoberro Pericay R. ¿Debemos priorizar siempre la autonomía del paciente? Un cálculo prudente de consecuencias matiza el omnipresente “yo primero”. Es ahí donde el utilitarismo no señala el mayor bien para cada persona, pero sí gestiona con eficacia el menor mal para la comunidad.
PENSAMIENTO ACTUAL
LO QUE LA PEREZA DESCUBRE DE MÍ. Borrell i Carrió F. La pereza es un regulador conductual de primer orden. La relación que establecemos con la pereza marcará, en parte, nuestra biografía. La ociosidad, a diferencia de la holgazanería, la escogemos, por lo que puede colorear nuestra vida.
MÉDICOS MIGRANTES. Serna Lozano A. La realidad de los médicos extracomunitarios que pretenden ejercer en el territorio español.
LA CONTRIBUCIÓN DE LOS HUMANISTAS EN LA FORMACIÓN MÉDICA: MARAÑÓN, ORTEGA Y UNAMUNO (PARTE I). González Blasco P. Saber cuidar es como una moneda de dos caras, donde la ciencia y el arte deben tener igual valor para tener legitimidad social. La Universidad debe iniciar este proceso formativo, promocionando la cultura y el humanismo. Ortega, Marañón y Unamuno, iluminan este tránsito hacia una práctica clínica más empática y reflexiva.
ARTE, SALUD Y SOCIEDAD
LA NUEVA Y VIEJA ALIANZA. REFLEXIONES ACERCA DE LA MEDICINA
NARRATIVA. Ricci RT. La Medicina Narrativa y su parentesco con otras corrientes tanto científicas como filosóficas.
2. Seminarios de Bioética:
El objetivo del seminario es contribuir al desarrollo de la bioética mediante reuniones mensuales en las que se exponen y debaten temas muy variados. En las sesiones se presentan trabajos de investigación y temas de discusión, generando un diálogo plural y constructivo.
El seminario reúne actualmente a un gran número de profesionales muy variados, estudiantes y otras personas interesadas en la bioética. Las sesiones son abiertas, online y gratuitas.
Para más información dirigirse a la directora del Seminario, Dra. Lydia Feito: lfeito@ucm.es
11 marzo 2024 |
La trama de la deliberación (Sesión híbrida: presencial + online) HORARIO: 18:00-20:00 |
Mesa redonda |
22 abril 2024 |
Ética de los animales (título por determinar) |
Ricardo Roa |
6 mayo 2024 |
Ética de los animales (título por determinar) |
Melissa Hernández |
17 junio 2024 |
Sobre la autonomía. A propósito de un caso |
Rocío Núñez, Fernando Abellán, Lydia Feito |
Ver vídeos de anteriores seminarios en:
Seminario de Investigación en Bioética | Unidad Docente de Historia de la Ciencia (ucm.es)
https://www.ucm.es/hc/seminario-de-investigacion-en-bioetica
COMENTARIO DE LIBROS
Breithaupt F. «El cerebro narrativo». Sexto Piso, 2023
El estudio de las narrativas y guiones ha dado un salto cualitativo en los últimos 20 años. Si buscamos antecedentes, creo que el enfoque de Bruner, cuando anticipaba la idea de que aprendemos a través de “formatos”, (por ejemplo, el formato de juego de mesa, el formato de partido de fútbol, el formato de escuchar al profesor, etc.), está muy próximo a la idea de Breithaupt. Este autor ha sistematizado la investigación literaria, socio-antropológica y psicológica, dando lugar a una interesante síntesis que expondremos en lo esencial. Sin duda estamos ante un libro importante, de esos libros que hay que leer 2 veces (o quizás 3 veces), para extraer todo el potencial de ideas que entraña.
Las narrativas, (las historias), nos engañan, pero también intensifican nuestras vidas. Educan y a la vez son el resultado de un tipo de conciencia humana, que a lo largo de miles de años se ha especializado en todo aquello que afecta a nuestro bienestar y supervivencia. Nuestra mente es narrativa porque buscamos coherencia a lo que nos ocurre, coherencia y previsibilidad. El niño escucha con atención los cuentos, y mira las series televisivas, no solo para entretenerse, sino también por el aprendizaje emocional y vivencial.
En nuestra vida cotidiana hacemos previsiones de por dónde pueden ir los acontecimientos que vivimos. Estas mini-narraciones tienen varios componentes, (solo menciono las más importantes de las referidas por el autor, y la selección es mía):
-Conciencia móvil: somos capaces de entender las perspectivas de otras personas. Ojo, no confundir con empatía.
-Multiversión: también somos capaces de proyectar diferentes evoluciones de una situación o acontecimiento.
-predicción: de las diferentes posibilidades hay una o varias que creemos más probables.
-Cásting: reducimos las personas a roles, lo que Breithaupt llama “cásting”. Por ejemplo, si nuestro jefe actúa de manera poco democrática, le adjudicamos el rol de ogro.
Estas mini-narraciones las podemos compartir, co-participar con amigos o conocidos, etc. Las narraciones nos acostumbran a interpretar el mundo, (reproducción serial, le llama Breithaupt, yo prefiero hablar de arquetipos y estereotipos), y en este sentido Breithaupt apunta una de las idea-fuerza del libro: las narraciones ordenan la percepción del mundo (del mundo social, añado yo).
Las mini-narraciones pueden ser “completas” o “abiertas”. Un gato trata de salvar una de sus crías, y lo logra. El clip de vídeo dura 15 segundos y ya no esperamos más. Caso cerrado. Pero si el gato no lo logra quedamos atentos a que el clip continúe. No tenemos “desenlace”.
Diferentes mini-narraciones las podemos entender como escenas de una trama. En tal caso estas escenas buscan un clímax y un desenlace, y podemos distinguir un aumento de tensión, clímax, y disminución de la tensión. Lo que caracteriza la tensión es que hay un protagonista que busca o persigue algo, (desde mi punto de vista hay en juego una intención, un propósito. Breithaupt viene a decir lo mismo, pero a mi modesta manera de ver, de manera algo más complicada).
Ahora bien, para que exista narración debe haber oposición. Si voy a coger una manzana del árbol y no sale el granjero con una escopeta, o me caigo del árbol, o pasa algún otro acontecimiento, no tengo narración, quizás tengo un poema, una imagen, un olor, etc., pero no una narración.
Lo extraordinario de todo ello es que un espectador queda atrapado por las narraciones, las co-participa, (con o sin empatía, matiza Breithaupt), y las incorpora muchas veces como posibilidades vitales, como aprendizaje de cómo ir por la vida.
Las narraciones señalan -y muestran- hechos objetivos, pero también ofrecen la posibilidad de mostrar el mundo virtual de cada uno, un mundo en el que valoramos el entorno, predecimos acontecimientos, hacemos previsiones de cómo actuaríamos en escenarios hipotéticos…
Los acontecimientos son hechos que marcan un antes y un después. Tienen un “algo” de irreversibles. Si por casualidad rompo un cristal en casa de mi novia, puedo sentir tal vergüenza de volver a su casa que prefiera no seguir con esta relación, (efecto mariposa). Los acontecimientos, así pues, los interpretamos cada cual según nuestra sensibilidad, y por lo general, no de manera demasiado racional. Del mundo objetivo nos vamos al subjetivo. En general las narraciones presentan ambos mundos, ya sea de manera abierta o implícita.
La persona inmersa en una rica cultura de narraciones podría generar a partir de cualquier acontecimiento nimio una cantidad abrumadora de posibilidades. Sin embargo, tiene que adoptar una perspectiva, e inmediatamente estas posibilidades se reducen. Por ejemplo: puedo ser la persona que rompo el cristal, puedo ser el novio o la novia, puedo ser uno de los padres de la novia… Y podríamos aseverar que hay dos tipos de narradores, los que “permanecen cautivos de sus propias perspectivas y los que utilizan las narraciones para aprender lo máximo posible sobre otras personas. “Habría entonces un mundo compuesto de narcisistas y psicólogos” (pág 64), afirma Breithaupt. Cada escritor puede etiquetarse como narcisista o psicólogo.
Uno de los estudios de Breithaupt, importante para el desarrollo del libro, trata de una investigación en la que participaron más de 10.000 personas. Se les solicitaba que re-narraran diferentes narraciones breves demostrativas de emociones variadas, con estructuras narrativas también diversas. La pregunta era, ¿conservan estas re-narraciones la emoción, o el mensaje de las narraciones originales? ¿tiene el recuerdo y la manera de re-narrar alguna característica común entre las diferentes personas?
En este estudio, las emociones que perjudican las relaciones sociales eran recordadas con precisión, por ejemplo, narraciones presididas por el bochorno. “El bochorno comunicado es un estigma. El estigma se adhiere. Podría llevar a que las personas sean socialmente excluidas, porque antes se las asociaba fácilmente con la emoción de la vergüenza. Esto podría tener graves consecuencias para la formación de grupos y provocar la exclusión de compañeros”.
Es decir, “las emociones permanecen en la memoria de forma especialmente clara, y obran como anclas a las que las historias pueden sujetarse. Las personas parecen recordar especialmente si una historia termina bien o mal y como les hizo sentirse”.
Esta es la segunda idea-fuerza: las narraciones tienen que estabilizarse para formar patrones interpretativos, y lo hacen transmitiendo emociones potentes y un determinado final o desenlace.
En este punto Breithaupt distingue tres aspectos centrales a las narraciones:
“1. Las narraciones se estructuran en episodios con principio y fin. Entre el principio y el fin tiene lugar un cambio del comportamiento activo a la actitud pasiva de los protagonistas.
2. En las narraciones son fundamentales, además de la causalidad y los personajes cambiantes, las valoraciones emocionales de las situaciones y, sobre todo, el final de las mismas. Estas se recuerdan con preferencia, y desempeñan un papel central en la transmisión de las narraciones. (…)
3. Las emociones esperadas nos motivan a pensar narrativamente”.
El último punto resulta interesante. La portada y título de un libro puede motivar un porcentaje alto de las ventas. Cada portada es una promesa de un tipo de emoción. Y ya lo argumentábamos en otro lugar (1): nos gusta colorear nuestra vida con emociones sin riesgo, con imitaciones de emociones.
Pero, ¿por qué los humanos decidimos pensar de forma narrativa? Para Breithaupt las narraciones ordenan y justifican las emociones. Esta idea ya la encontrábamos en Bruner,(recordemos sus “formatos”). Breithaupt ahonda en los arquetipos culturales: por ejemplo, la persona vulnerable que se empodera, o que vence obstáculos con astucia; o la persona que logra vengarse de una injusticia, etc., etc. Pero avanzando un poco más. Describe la formación de estos arquetipos. Por ejemplo:
“Las emociones narrativas empáticas son a menudo las de la vida cotidiana, como la alegría y la tristeza, el miedo, la ira, la vergüenza y la gratitud. En estas también hay regularmente un curso temporal y, por consiguiente, narrativo. Así, una amenaza experimentada de forma autobiográfica derivada, por ejemplo, de una discriminación, puede desencadenar primero diversas formas de miedo, angustia y malestar antes de desembocar en un alivio cuando se ha evitado el peligro. La secuencia fluida de emociones crea así la unidad de un episodio de amenaza. Las emociones de tal episodio se dan (según la llamada appraisal theoiy of emotions) como reacción a la situación cambiante. Un observador empático ≪coexperimenta así la situación de otro≫. Según mi análisis de la empatía desarrollado en otro lugar, esta coexperiencia empática se produce por obra de desencadenantes (triggers) específicos, como la toma de partido en escenas de tres personajes, cambios dramáticos, persecución de objetivos o emociones fuertes.
Estos desencadenantes son especialmente fuertes cuando se espera el final de la coexperiencia, que promete al observador empático volver a sí mismo.”
Es decir, diferentes desencadenantes (triggers) nos llevan a conceptualizar la situación como “amenaza”, y buscamos en nuestra memoria narraciones bajo esta etiqueta para ver cómo puede evolucionar. Todo el elenco de narraciones culturales a nuestra disposición, nos proporcionan una “experiencia de vida co-participada” que actúan como recursos para imaginarnos diferentes caminos, y de tal manera responder a este reto de manera apropiada.
Además este elenco de narraciones permite ampliar el concepto que tenemos de determinados roles sociales. Por ejemplo, el rol de persona vulnerable, víctima, opresor, etc. Me parece magistral la descripción de “persona vulnerable” que en base a las narraciones Breithaupt realiza:
“¿Que significa ser vulnerable?
a) En primer lugar, la vulnerabilidad significa que alguien es susceptible de ser afectado y, por tanto, en el sentido más amplio, sufrir un cambio. Alguien que es vulnerable no se halla claramente establecido en si mismo, sino de alguna manera antes o fuera de un posible estado final. Su identidad no esta fijada. O, en otras palabras, la persona vulnerable sigue siendo accesible para los demás (afectabilidad, identidad incompleta).
b) Pero, al mismo tiempo, y sobre todo, la vulnerabilidad implica una amenaza. La persona vulnerable esta en peligro (potencial destructivo).
c) La vulnerabilidad también significa reaccionar a los danos, no quererlos y escapar de toda fuente de peligros. El estado de vulnerabilidad, se puede concluir, incita al sujeto a encontrar una curación después de haber sido dañado (búsqueda de protección, inmunización).
d) Quien es vulnerable, se puede suponer además, aprende a evaluar el entorno por su potencial de peligrosidad. Registra un estímulo procedente del exterior, reconoce su influencia (criterio evaluador, aprendizaje evaluativo)”.
Toda una moderna narrativa de la vulnerabilidad ha creado una ideología de la vulnerabilidad, afirma Breithaupt , “una ideología de la vulnerabilidad (que) cambia el imperativo moral negativo de que no hay que hacer daño a nadie por el giro positivo de que lo vulnerable es en si el bien”.
COMENTARIO CRÍTICO:
Con estos comentarios a penas hemos resumido la primera parte del libro. Sin embargo, resulta suficiente para enmarcar esta moderna visión de la narrativa. No es tan solo que sentados frente al televisor busquemos una serie que nos gratifique emocionalmente, (lo que desde luego dice mucho de nosotros), sino que el conjunto de narraciones en un medio cultural, marcan cierto horizonte de significado. Nos ayudan e incluso condicionan nuestra manera de ver las cosas.
Pensemos por ejemplo en el movimiento de Me Too. Un auténtico vuelco al discurso del macho alfa. O pensemos en las disputas políticas: cada partido tiene una narración de lo que representa el bien común. En conjunto, los partidos políticos ofertan algo así como un mercado que el votante compra o rechaza. Nos identificaremos con una u otra opción por las emociones que suscitan sus discursos, y la gratificación que suponen estos discursos como expectativa de futuro. A eso los políticos le llaman “ilusionar”, una ilusión que muchas veces es ilusionismo.
Pero además los políticos se comportan de manera coherente a ciertos guiones: nos sorprendería mucho que votaran a favor de unos presupuestos, si con ello erosionan sus expectativas electorales.
Desde mi punto de vista las narraciones se comportan como modelos para la vida social. Algunos de estos modelos incluso se podrían formalizar en términos lógico- matemáticos. Pero tengo una discrepancia con Breithaupt: no creo que las narraciones sean el primum movens de la vida psíquica de las personas. Desde mi punto de vista no son las narraciones, sino los propósitos.
Los propósitos traducen a la vida consciente nuestras necesidades de todo tipo, necesidades biológicas, de afecto, reconocimiento, de prioridades en el ahora y el aquí, estados emocionales, reacciones emocionales, etc. Los propósitos se presentan a nuestra consciencia y los revestimos, (no siempre), de narraciones. Necesitamos dar coherencia y consistencia al personaje que mostramos en público, y entonces aparecen las narraciones. Son posibilidades, como apunta Breithaupt, posibilidades que aumentan nuestro arco de opciones, nuestros grados de libertad.
Desde nuestra intimidad somos multiversionales, siempre se nos ocurren muchas más posibilidades de actuar de las que mostramos. Por fortuna actúa un filtro de cortesía que nos aconseja lo que puede ser grato a los demás. Mediante la empatía y la Teoria del Otro, podemos adivinar la mejor estrategia para estar bien con los demás, y, además, para conseguir nuestros propósitos. Por eso el propósito se viste de narración ficcional antes de lanzar una acción concreta.
Otras veces los propósitos nos lanzan a actuaciones sin narraciones que los amparen ni justifiquen, o quizás será a posteriori que encontraremos estas narraciones. Serían narraciones “post hoc”, no “ex ante”. En la vida cotidiana posiblemente revestimos de racionalidad acciones que son primariamente emotivas. En tal caso las narraciones justificativas aparecen claramente como epifenómenos de los propósitos. O simplemente no aparece narrativa alguna, y hemos actuado de manera paradójica, absurda, y estas acciones posiblemente las olvidaremos, a veces por vergüenza, otras porque no les damos importancia.
En resumen: estamos ante un libro importante que sintetiza bien aspectos del pensamiento consciente. Nos dice que acumulamos experiencia vital a través de las narraciones, -y en este aspecto Bruner y Tomassello ya nos indicaban el camino con el concepto de los “formatos” y la “teoría insular del lenguaje”- , y nos dice también que estas narraciones actúan como puntos de gravitación que nos permiten dar sentido a nuestra realidad social. Estabilizan pautas de conducta, orientan hacia la mejor consecución de metas, justifican que nos sintamos de una u otra manera, (y en este punto toda la psicología cognitiva de Ellis tiene una magnífica puerta de entrada), pero incluso matizan conceptos como astucia, vulnerabilidad, fortaleza, etc., etc., proporcionando en cada momento histórico un horizonte de valoraciones. Podríamos decir que las narraciones expresan los grados de libertad que en cada momento histórico tienen a su disposición las personas, (en tanto que agentes morales).
Por consiguiente, estamos en los inicios de una teoría de narraciones en las que elementos de la psicología cognitiva, antropología cultural, lingüística, hermenéutica, se entrecruzan para describir fenómenos complejos en la captura de la realidad. Otro avance en la descripción de la conciencia humana como cruce de intimidad, comunidad e historicidad.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes
WEBS DE INTERÉS
ChatGPT
No, no es el fin del mundo. Y sí, usted puede usar la Inteligencia Artificial (IA) de manera segura, como una herramienta más. Sin miedos derivados de lecturas de “popes” muy sabios que anuncian grandes desastres.
ChatGPT no le va a comer el “coco” ni se va a entrometer en su vida privada. Es simplemente una máquina que analiza información y nos la sirve. No hace tareas creativas, no hace deducciones sobre nuestra vida privada, y tiene tareas que las hace muy bien y otras mal.
¿Para qué le puede servir?
- Es un traductor muy bueno, pero hay que supervisar los significados. En ocasiones puede escoger una palabra que desfigure todo el párrafo. Ahora bien, traduce mejor que el traductor de Google, (al menos por ahora).
- Hace buenos resúmenes. Por ejemplo, le puede usted proporcionar un texto de varias páginas y pedirle un resumen de 250 palabras.
- Proporciona una visión general de un tema, pero no profundiza en detalles. Por ejemplo, si le pide una descripción de la legislación que afecta a los trabajadores “en altura”, describe la legislación que les concierne y el marco general de esta actividad, pero no sería capaz de distinguir legislaciones autonómicas.
- Si tenemos un electrodoméstico y hemos perdido su manual de instrucciones, puede que ChatGPT lo encuentre, o conteste a preguntas concretas sobre su funcionamiento.
- También puede ayudarnos en definiciones de conceptos científicos, o para diferenciar dos conceptos que se parecen mucho.
- Cuando realizamos un escrito sobre una temática, puede sernos de ayuda inicial para ver las diferentes partes que deberemos desarrollar. Por ejemplo, si tenemos que realizar un trabajo sobre los trastornos de la personalidad, puede servirnos como esquema inicial. Ahora bien, es una ayuda más. Y mucho cuidado con las referencias bibliográficas, porque a veces se las inventa o son equivocadas.
Los profesionales con responsabilidades docentes, harán bien en interactuar con el ChatGPT y ver el tipo de redacciones que realiza. En general, si le pedimos un resumen de geografía o historia, será impecable. Pero si le pedimos que comente una poesía, o una entrevista médico-paciente, o si por ejemplo tiene que sacar conclusiones sobre la evolución del modelo biopsicosocial en los últimos 40 años, sus apreciaciones carecerán de creatividad.
Algunos autores presentan artículos de revisión a revistas, que claramente han sido elaborados por IA. Los referentes tienen que familiarizarse con estas herramientas, interactuar con ellas, y en seguida desarrollarán un sexto sentido para detectar los textos creados por IA. En general carecen de todo interés. Son un “dejà vu”. Porque esta máquina repite y selecciona bien los textos, pero no puede ni sabe elaborar una idea con enjundia. Es como si en medio del campo escogiera siempre el camino más trillado, el que genera más consenso, (eso se debe a que trabaja bajo el modelo bayesiano). Pero no alcanza a aplicar modelos, o a intuir otras posibilidades.
Pablo Oliveras
Murcia
ARTÍCULO COMENTADO
Custers EJ. «Thirty years of Illness Scripts: Theoretical origins and practical applications». Med Teach. 2015 May;37(5):457-62.
doi: 10.3109/0142159X.2014.956052. Epub 2014 Sep 2. PMID: 25180878.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25180878/
Los guiones de enfermedad, (Illness Scripts) son los recuerdos que los profesionales almacenamos sobre las entidades patológicas, y que nos orientan en la vida real para diagnosticar y tratar a nuestros pacientes. No confundir con las Guías Clínica o los protocolos: los guiones de enfermedad están en cada uno de nosotros, son particulares. Son recuerdos estructurados que vamos remozando en función de las vivencias clínicas que acumulamos. De manera más formal el artículo los describe así:
“Los Illness Scripts son(1) estructuras de conocimiento conceptual precompiladas de alto nivel, que se almacenan en (2) la memoria a largo plazo, que (3) representan secuencias de eventos generales (estereotipadas), en las que (4) los eventos individuales están interconectados por relaciones temporales y a menudo también causales o jerárquicas, que (5) pueden ser activadas como totalidades integrales en contextos apropiados, que (6) contienen variables y espacios que pueden ser llenados con información presente en la situación actual, recuperada de la memoria o inferida del contexto, y que (7) se desarrollan como consecuencia de actividades rutinariamente realizadas o al observar dichas actividades siendo realizadas; en otras palabras, a través de la experiencia directa o vicaria”.
¿Tiene utilidad este concepto? De hecho más que una teoría, los guiones de Enfermedad describen una realidad psicológica. Pongamos que estudiamos con ahínco una Guía Clínica y luego ponemos sobre papel lo que hemos entendido. Nuestro colega de equipo hace lo mismo. Después comparamos los dos escritos y… sorpresa. Siempre hay matices, aspectos que hemos asimilado de manera diferente, o que hemos comprendido de manera deficiente. No digamos si a esta lectura juntamos las vivencias clínicas que tenemos como profesionales individuales. Por no decir la variabilidad en entender conceptos tan abstractos como son los modelos de equilibrio homeostático, cómo funcionan los fármacos, etc., etc.
He aquí las funciones importantes que involucran a los guiones, según nuestro autor:
(1) proporcionan el conocimiento estructurado necesario para comprender secuencias de comportamiento, (2) permiten a los individuos integrar nueva información entrante con el conocimiento existente, (3) guían la recuperación de la memoria, (4) permiten hacer predicciones sobre lo que sucederá en el futuro cercano, (5) guían el comportamiento real, y (6) usualmente contienen conocimiento que puede ser utilizado para explicar por qué una acción específica o secuencia de acciones ha ocurrido o podría ocurrir.
Los guiones de enfermedad se estructuran -según este autor- en torno a Condiciones Facilitadoras, Falla (el proceso fisiopatológico suyacente) y Consecuencias de dicha falla o trastorno. Anotemos en este punto que hay otras visiones. Por ejemplo, en Atención Primaria el profesional está muy atento a la manera de presentarse una entidad mórbida, los criterios de suficiencia diagnóstica, evolución temporal y pronóstico.
En todo caso los guiones de enfermedad permiten al clínico representar el conocimiento general de la enfermedad, así como recuerdos de pacientes específicos en forma de guiones de enfermedad. Es decir, los guiones son estructuras de conocimiento que permiten agregar las vivencias personales.
Además, este constructo proporciona pistas para la formación clínica y ha generado una prueba específica, la «Prueba de Concordancia de Guion».
Pablo Oliveras
Murcia
VIDEO RECOMENDADO
¿Cómo identificar las dificultades de aprendizaje de tus alumnos? con Anna Sans Fitó
La Dra. Anna Sans Fitó es una reconocida especialista en Pediatría especializada en trastornos del neurodesarrollo y aprendizaje infantil, tales como dislexia, discalculia, TDAH, Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), problemas de lenguaje (TDL/TEL), etc. Coordinadora del Grupo de trabajo sobre Trastornos del Neurodesarrollo y Aprendizaje de la Societat Catalana de Pediatría, y ha coordinado diversas unidades de trastornos del aprendizaje en hospitales como Sant Joan de Déu. Además, ha sido docente de varios másteres relacionados con su área. Actualmente es directora del Instituto SOM Via, de Neurodesenvolupament i Aprenentatge.
La Redacción