CÍRCULO DE CIBERLECTURA
ÍNDICE
Noticias.- Curso de Trastornos Espectro Autista
Comentario de libros.- Sociología de las filosofías.
Webs de interés.– Research Rabbit
Artículo comentado. – Ceguera moral y algoritmos morales.
Vídeo recomendado.- Research Rabbit
NOTICIAS
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TEMA DEL DIA
LA INTEGRIDAD MORAL. Victoria Camps.
PENSAMIENTO ACTUAL
LA RESILIENCIA EMOCIONAL, CLAVE PARA PREVENIR EL BURNOUT. Eva Peguero Rodríguez, Aida Molero Arcos, Francesc Borrell i Carrió.
EL NOMBRE EN LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE. José Ignacio Torres Jiménez.
ARTE, SALUD Y SOCIEDAD
100 COSAS DEL MUNDO CORAL. Meritxell Tarragó Cruet, David Puertas Esteve.
ACUARELAS, POEMAS INÉDITOS Y HAIKUS. Pilar Viejo Díaz.
CUENTO DE LA LUNA PÁLIDA. Alberto López García-Franco.
COMENTARIO DE LIBROS
Collins, Randall. «Sociología de las filosofías». Editorial Hacer SL. Barna 2005.
Leí esta obra ahora hace 20 años, y me produjo un enorme impacto. La idea central de Collins es que la Sociología explica en buena parte el éxito o fracaso de una determinada línea de pensamiento.
El enfoque central del autor se basa en la estructura reticular de las relaciones entre los intelectuales como la influencia social más inmediata en la construcción de las ideas, relegando los factores de clase social, políticos y económicos a un segundo plano, como telón de fondo mediado por las redes sociales. En cierta manera podríamos decir que es un enfoque anti-marxista, pero solo en apariencia, porque Collins admite la retro-acción del sistema económico sobre la productividad intelectual, así como las condiciones materiales que permiten la existencia de “especialista del pensar/reflexionar”.
La especificidad de Collins consiste en analizar la producción intelectual como fruto de las interacciones, las tensiones entre escuelas, la búsqueda de discípulos y audiencias, y la canalización de la energía emocional a través de estructuras institucionales, en lugar de centrarse en la verdad o falsedad intrínseca de una concepción filosófica. Creo que su proyecto intelectual queda reflejado en este párrafo:
- «Así pues, como sociólogos, nuestro deseo es coordinar tres clases de información y tres niveles de análisis: las redes que conectan entre sí a los intelectuales o productores culturales más activos; las oportunidades que generan alianzas y rivalidades en el espacio de atención y que constituyen la «política interna» de la construcción de nuevas ideas, y las bases materiales cambiantes de la vida intelectual que resultan afectadas por las fuerzas políticas y económicas más generales.»
A continuación, voy a centrarme en las 10 ideas principales extraídas de este libro. Empecemos:
1- El enfoque sociológico como clave para entender la historia de las ideas
La idea principal del libro radica en su audaz propuesta metodológica: aplicar la sociología para desentrañar la historia de las ideas, especialmente las filosóficas. El autor, Randall Collins, parte de la premisa de que las ideas no surgen en un vacío intelectual o como productos de mentes aisladas, sino que están profundamente imbuidas de un carácter social. Su método difiere de la sociología del conocimiento tradicional al centrarse en la estructura reticular de las relaciones entre los intelectuales como el motor principal de la causalidad social en la formación de las ideas. Por consiguiente, desafía la concepción tradicional de que «las ideas engendran ideas», proponiendo en su lugar que los pensadores están siempre insertos en patrones típicamente sociales, tales como grupos, redes y disputas intelectuales.
Collins busca desvelar los «microfundamentos de la macrosociología», es decir, cómo las interacciones a pequeña escala entre individuos (los «rituales de interacción», volveré sobre este concepto), se encadenan para producir macroprocesos en la historia de las ideas. Esto implica que incluso el pensamiento individual y la experiencia creativa de un filósofo solo, (pienso por ejemplo en Hegel escribiendo la Fenomenología del Espíritu), está socialmente cargada y simboliza la pertenencia a coaliciones dentro de la red intelectual.
La mente no es una entidad separada, sino que el pensamiento verbal es una actividad de conversación pública e interna, ligada a un flujo de gestos verbales entre humanos que reverberan con ritmos de atención compartidos. Los símbolos que utilizan los intelectuales son representaciones colectivas, cargadas de significación moral, que les permiten adoptar la postura de todos los miembros de la red. En última instancia, la verdad misma aparece en redes sociales y no podría surgir de ninguna otra manera. Esta perspectiva ofrece una «sociología interna de las ideas» que describe las interacciones entre grupos y personas como claves en la producción última de conocimiento. Veamos estas redes como funcionan.
2- Las redes intelectuales como actores fundamentales de la historia del pensamiento
El libro postula que las redes intelectuales son los verdaderos actores del escenario intelectual, y su comprensión es esencial para una explicación causal de las ideas y sus cambios. Estas redes son definidas como los lazos sociales existentes entre aquellos pensadores cuyas ideas han logrado transmitirse a generaciones sucesivas. Collins insiste en que la creatividad no es un atributo individual aislado, sino que se construye a través de estas conexiones. Para el autor, el método reticular no es solo una herramienta descriptiva, sino que encarna una teoría sociológica subyacente: los contactos personales inmediatos generan intensidad emocional y centran la atención en debates clave.
En palabras suyas: “»La vida intelectual está hecha, antes que nada, de conflictos y desacuerdos. La enseñanza, donde los iniciados relatan a los novicios aquello que creen saber, puede que produzca la impresión contraria, pero la vanguardia, allí donde se crean las ideas, siempre ha estado hecha del diálogo entre opuestos.»
El autor explica cómo se construyen estos diagramas de red: se investigan las conexiones personales entre filósofos – quién fue maestro de quién, quiénes eran amigos o colegas, y quiénes eran rivales o enemigos que sostenían debates. Estas redes se estructuran tanto verticalmente (a través del tiempo, de una generación a otra) como horizontalmente (entre contemporáneos, aliados y rivales). Los filósofos más importantes suelen tener un mayor número de conexiones, tanto con figuras principales como secundarias y menores. Es crucial comprender que la influencia de las ideas es filtrada por estos lazos personales, siendo el contacto directo más valioso que la mera lectura de libros para la transmisión del capital cultural y el enfoque de la atención intelectual. Incluso figuras que parecen aisladas (como Heráclito o el autor del Tao te ching) son evaluadas dentro del marco de la red y las conexiones que se pueden inferir o conjeturar.
La metodología también distingue entre diferentes «estadios» de conexión, señalando que las conexiones de dos eslabones, es decir, de un mentor con su alumno, pueden transmitir capital cultural y energía emocional, mientras que las de cuatro eslabones, en las que se efectúa un salto de dos generaciones, son más importantes por sus efectos estructurales en la comunidad. Así, la obra desafía la reificación de individuos como genios aislados y propone que la «grandeza intelectual» es, de hecho, el efecto que uno tiene en la historia intelectual, su influencia sobre las generaciones siguientes a través de estas redes.
3- Los rituales de interacción como fundamento de la creación intelectual
Un pilar fundamental de la teoría de Collins es la teoría de los rituales de interacción (RI), que constituye el microcentro de sus argumentos sobre la predictibilidad social del pensamiento de los intelectuales. Para Collins, el pensamiento y las ideas no pueden cobrar energía emocional sin rituales presenciales. De lo contrario, serían meros «emblemas durkheimianos de una religión muerta». Los ingredientes de cualquier interacción ritual son: un grupo de al menos dos personas reunidas físicamente; una concentración de atención en un mismo objeto o acción, con conciencia mutua de esta concentración; y un sentimiento compartido que resulta de dicha atención conjunta.
En el contexto intelectual, estos rituales son actos donde los intelectuales se reúnen para «hablar seriamente», no para socializar o realizar actividades prácticas. El debate, la conferencia, la manifestación o el examen de pruebas son las acciones concretas de las que nace el objeto sagrado de la «verdad».
A diferencia de otros rituales públicos como discursos políticos o sermones, los RI intelectuales se distinguen por su centro de atención: no se trata de dar órdenes o informar, sino de exponer una visión del mundo comprensiva, un fin en sí mismo, donde el público es un mero oyente. La autonomía del discurso intelectual respecto a preocupaciones externas y su conciencia reflexiva de sí mismo son sus sellos distintivos. Estos rituales presenciales son cruciales porque cargan de energía emocional a la escritura y las ideas, permitiendo que los textos trasciendan el presente inmediato y se orienten tanto al pasado como al futuro. Los actos intelectuales presentes se desarrollan sobre el telón de fondo de textos pasados, renovando la conciencia de los proyectos de la comunidad y santificando nuevos candidatos a objetos sagrados, o degradando los viejos.
Esta energía emocional (EE) -que en la literatura actual la denominaríamos “motivación”- es vital para la creatividad, y se acumula tanto a corto como a largo plazo. Incluso la lectura y la escritura, actividades aparentemente solitarias, son concebidas como rituales indirectos de interacción, ya que las palabras e ideas están cargadas de connotaciones de pertenencia a segmentos de la comunidad, y el acto de escribir crea y refuerza esta energía emocional al establecer «coaliciones sociales». Es decir, Collins nos invita a considerar la motivación intelectual como a unas “ganas de comunicar a mi grupo de referencia un hallazgo que me hará obtener prestigio o valor en el seno de este grupo”.
4- El concepto del «espacio de atención» en la vida intelectual
El «espacio de atención» es un concepto fundamental en la sociología de las filosofías, describiendo el campo competitivo donde las ideas y los filósofos buscan reconocimiento y preeminencia. No es un espacio ilimitado, sino intrínsecamente escaso, lo que fomenta la competencia y la lucha constante.
Si hiciéramos por ejemplo un diagrama de red de un área cultural concreta, pongamos los debates en torno a La Santísima Trinidad en los siglos IV y V, (el ejemplo es mío, basándome en las discusiones teológicas que recoge Mosterin en su libro “Cristianos”), mostraría los grupos y líderes que llenan este espacio de debate, y los patrones de comunicación y confrontación. La teoría subyacente es que los contactos personales inmediatos no solo generan intensidad emocional, sino que también centran la atención en debates cruciales, otorgando ventaja a quienes están más cerca del centro de estas redes para realizar los próximos avances conceptuales.
La competencia en este espacio es feroz: muchos individuos tienen acceso al capital cultural para formular ideas nuevas, pero solo un pequeño número logra la atención social y la energía emocional necesaria para desarrollar y sostener su postura. Los «nódulos de atención» del mundo intelectual se reordenan periódicamente, con movimientos intelectuales antiguos desapareciendo y otros nuevos naciendo. El objetivo de un intelectual es acercarse a la «conversación» central donde las ideas tienen máxima sacralidad, asociando su propia identidad a conceptos que circulen ampliamente y mejoren su reputación. Escojo tres citas que sintetizan bien el pensamiento de Collins a este respecto:
- «Las ideas no son en absoluto como los objetos, excepto en la medida en que las representamos mediante símbolos escritos sobre materiales tales como el papel, sino que son ante todo comunicación, lo que equivale a decir que son parte de la interacción entre humanos corpóreos.»
- «Las personas creativas se presentan típicamente formando cadenas, y se dan, además, como rivales coetáneos. Pero, en un cierto sentido, ¿no es esto, acaso, lo que se presupone al hablar de redes de creatividad?»
- «La razón de que los libros no sean tan valiosos como el contacto personal es que no basta con una exposición general a las ideas del momento para asegurar una producción intelectual de primer orden. Lo que hace el contacto personal con una figura de primer rango es centrar la atención en aquellos aspectos de la masa más general de ideas que conforman la punta de lanza intelectual.»
Esta lucha por la centralidad ritual se libra buscando que las propias ideas sean percibidas como nuevas e importantes. La «ley de los números pequeños» surge como una consecuencia directa de la limitación de este espacio, ya que solo hay lugar para un número reducido de posturas antagónicas en la vanguardia intelectual. La creatividad, en este sentido, es la «fricción» que se produce en el espacio de atención cuando los bloques estructurales de la red interactúan con mayor intensidad. La dinámica del espacio de atención, con su flujo de conflictos y realineaciones generacionales, explica por qué es tan difícil discernir la importancia duradera de los pensadores más cercanos a nuestro tiempo.
Pero centrémonos en esta ley de los números pequeños.
5- La ley de los números pequeños: limitación de posturas dominantes
La «ley de los números pequeños» es una de las intuiciones más importantes de Collins, proponiendo que en la vanguardia de la creación intelectual, siempre existe un número reducido de posturas antagónicas, generalmente entre tres y seis.
«Lo que denomino la ley de los números pequeños propone que siempre existe un pequeño número de posturas antagónicas que constituyen la vanguardia de la creación intelectual; no hay una única cámara central, pero raramente hay más de media docena.»
Esta ley es particularmente aplicable en el reino de las teorías, y de manera preeminente en la filosofía. Su origen se encuentra en la estructura del enfrentamiento y la competencia por el espacio de atención intelectual. Aunque las nuevas posturas a menudo se construyen por negación de las ya existentes, todo filósofo individual necesita aliados para que su postura se transmita y se propague a través de las generaciones. Una proliferación excesiva de nuevas posturas más allá de este límite (por ejemplo, más de seis) tiende a la autoeliminación. (No puedo dejar de pensar en este punto en la ramificación de escuelas psicoanalíticas).
Collins ejemplifica esta ley en varios periodos históricos. Durante la generación de Platón en Grecia, el número de escuelas (Academia, Mégara, Cirene, Élide, Abdera, Cícico, escepticismo emergente, retórica de Isócrates, pitagóricos) llegó a ser «peligrosamente alto». Sin embargo, la mayoría de estos grupos desaparecieron en una o dos generaciones, confirmando el límite estructural de tres a seis posturas. En la filosofía europea de principios del siglo XX, a pesar de un número inflado de filósofos principales y secundarios debido a la cercanía temporal, el número de filósofos principales para cualquier generación europea nunca superó las tres, manteniendo este patrón consistente con el cristianismo medieval, el islam, la India, China y Grecia. Por cierto, el estudio que realiza de las corrientes filosóficas orientales es extraordinariamente erudito.
La ley de los números pequeños no implica una restricción en la cantidad de ideas, sino en el número de polos que pueden atraer y mantener la atención central. Esto significa que los intelectuales prosperan con el desacuerdo, dividen el espacio de atención en facciones limitadas y buscan líneas de creatividad negando los dogmas de sus rivales. El conflicto es la fricción que enciende la energía emocional en los «enclaves» donde las redes son más densas, impulsando las innovaciones más influyentes.
6- El conflicto como fuente de energía y motor de la creatividad intelectual
Popper ya propuso que el avance de las ideas era algo así como una lucha selvática donde solo sobrevivían las mejores. Cuando en este mismo blog comentaba el libro de Godfrey-Smith, filosofía de la biología, decíamos que este autor abogaba por el concepto de resiliencia de una determinada teoría, como una de las características de las mejores teorías. Si le hiciéramos caso nos expresaríamos de la siguiente manera: “no se si esta teoría es del todo cierta, pero permanece en el tiempo, es resiliente”.
Collins va en la misma línea. No hay mejor triunfo para un intelectual que desmentir o reubicar una teoría admitida como cierta. Por consiguiente, el conflicto es lo que hace avanzar. Lejos de ser un proceso armónico de acumulación de conocimientos, la descripción de la vida intelectual se caracteriza por conflictos y desacuerdos. La enseñanza formal puede dar la impresión de consenso, pero la verdadera vanguardia, donde se gestan las ideas, es siempre un diálogo entre opuestos.
El conflicto no solo es inherente, sino que es la fuente misma de energía de la vida intelectual. Las disputas intelectuales no se libran en un campo ilimitado, sino que están acotadas por la necesidad de aliarse con otras posturas y por la concentración en torno a «cuestiones determinadas». En cada momento histórico, existen un número reducido de «campos de batalla» que conforman la historia de estas disputas.
Este libro se dedica a describir la dinámica de los conflictos y las alianzas que han moldeado las redes intelectuales más duraderas. La creatividad se manifiesta en la apertura de «líneas de oposición explotables», en lugar de la mera resolución de problemas. Los filósofos no siempre se atacan personalmente, pero la rivalidad entre sus escuelas o doctrinas a menudo se desarrolla en las generaciones siguientes, reestructurando el espacio de atención. El conflicto es un factor estructural primario que impulsa la creatividad. En China, las figuras principales aparecen emparejadas con sus rivales generacionales (Mencio con Chuang Tzu y Hui Shih). Del mismo modo, en Grecia, la «primera eclosión de creatividad tiene lugar en la disputa, no en la unidad», con múltiples candidatos -por ejemplo- para la definición de los elementos básicos del mundo. Incluso la lógica misma es presentada como algo profundamente social, una reflexión implícita sobre la historia de las operaciones intelectuales. Este modelo conflictivista se extiende a todas las civilizaciones estudiadas, mostrando que los nombres famosos, y los semi-famosos, son aquellos que se situaron en los enclaves donde las redes encendían la energía emocional hasta su cota más alta, haciendo de la creatividad la «fricción» de este espacio.
7- La dimensión generacional y el reconocimiento a largo plazo de la creatividad
Una de las ideas centrales del libro es que la creatividad intelectual y la notoriedad se reconocen a largo plazo, no de forma inmediata. La unidad mínima de cambio intelectual es una generación, aproximadamente 33 años. Este lapso es necesario para que un cambio en la comunidad intelectual sea significativo y para que su impacto estructural sea palpable en el trabajo de futuras generaciones. El autor critica la tendencia a forjar héroes y reificar a los individuos fuera de su contexto, argumentando que la «creatividad» de un filósofo no se establece hasta que han pasado varias generaciones, momento en el que sus ideas logran concentrar la atención a largo plazo en la estructura de las redes de transmisión.
El texto ilustra esta idea comparando la reputación de figuras históricas. Por ejemplo, la fama póstuma de Spinoza llegó 100 años después de su muerte, y la de Sócrates y Platón se infló por el éxito de sus seguidores remotos. En contraste, figuras como Wang T’ung, un famoso profesor confuciano de su época, tuvieron una fama efímera y carente de impacto histórico duradero, a pesar de su popularidad contemporánea. El autor señala la dificultad de evaluar la «importancia duradera» de los filósofos más cercanos al presente, como Bergson, Russell o Sartre, ya que se pierde la perspectiva en cuanto nos acercamos a nuestra generación. El libro utiliza la notación B.C.E. (Before Common Era) y C.E. (Common Era) para marcar los periodos, buscando una descripción de la historia intelectual en términos de «generaciones activas», aproximadamente tres por siglo. Esta perspectiva permite entender cómo el «primer plano humano» de una generación se relaciona con la «secuencia de generaciones, crudamente estructurada, más vasta e impersonal, que constituye el reino de lo que consideramos históricamente ‘insigne'». En última instancia, la sociología busca entrever la red de enlaces y energías que dio forma a la emergencia de personalidades en el momento justo y oportuno, reconociendo que la significación de cualquier pensador individual es un precipitado de las redes y conflictos de la comunidad intelectual pasados y presentes, y los roles que sus ideas desempeñan en futuras alianzas y oposiciones.
8- El papel crucial de la escritura y las instituciones en la vida intelectual
Más allá de los contactos personales, el libro enfatiza la interdependencia histórica entre el desarrollo de las comunidades intelectuales y la aparición de sistemas públicos de textos. La escritura es fundamental porque permite trascender el presente inmediato y es la puerta hacia la abstracción y la generalización. Una comunidad intelectual, orientada hacia la producción y transmisión de textos, solo puede existir con una estructura de distribución de escritos. Los ideales de verdad y sabiduría se convierten en los objetos sagrados centrales de esta estructura.
La evolución de las instituciones también juega un rol decisivo. Las bibliotecas (como las de Alejandría, Pérgamo, Rodas, o las imperiales chinas) y las casas editoriales (como Gallimard en Francia) son ejemplos de la «base material» que sustenta la vida intelectual. Estas estructuras permiten la circulación de textos y la formación de un «mercado de escritores» que puede rivalizar con el sistema de patrocinio. La revolución académica alemana del siglo XIX, por ejemplo, transformó las universidades en centros de especialidades investigadoras autónomas, reemplazando el dominio de la Iglesia y el patrocinio, lo que a su vez generó un aluvión de filosofías idealistas. Kant, como líder de la reforma universitaria, buscó elevar la filosofía a la posición de líder de las ciencias e invadir el territorio de la teología.
El libro también analiza el «modo operativo escolástico-textual», común en tradiciones como el confucianismo, el budismo o el hinduismo, pero también en la Antigüedad helenística, el aristotelismo árabe y el cristianismo medieval, así como en el academicismo universitario moderno. Aunque a menudo asociado al conservadurismo, el comentario textual puede ser un vehículo para la innovación, especialmente cuando los copistas añaden clarificaciones o cuando los textos antiguos exigen explicación de lenguaje arcaico. Ligar un comentario a un texto famoso asegura una amplia circulación para el propio trabajo del autor. La emergencia de nuevas disciplinas y la especialización académica, lejos de vaciar la filosofía de contenido, crearon nuevas formas de innovación intelectual. En este punto pienso en la fecundidad de nuestra escolástica, tanto a nivel filosófico como en su derivación jurídica, (Gregori Luri lo remarca en su libro “la imaginación conservadora”, que hemos comentado también en este blog).
9- La progresión de la abstracción y la reflexividad en el pensamiento filosófico
Una tendencia a largo plazo en las comunidades intelectuales activas es la continua elevación del nivel de abstracción y reflexividad. Este proceso implica un movimiento desde el uso de palabras concretas con significado común hacia la interpretación de estos términos en un sentido más generalizado, que supera los objetos concretos de la vida cotidiana. La filosofía «pura» o superior surge cuando se concentra la atención en la abstracción y la reflexividad por sí mismas, y las técnicas que inicialmente son auxiliares en las disputas se convierten en fines en sí mismos. Esto se manifiesta en cómo los subtemas se ramifican en campos especializados, como la epistemología, que de ser una herramienta para responder cuestiones sustantivas, pasa a generar su propio ámbito de disputa.
El autor proporciona ejemplos claros de esta secuencia. En China, los filósofos reinterpretaron los gráficos del yin y el yang, que originalmente tenían un sentido concreto, para convertirlos en fenómenos generalizados. Los confucianos, partiendo del li (conducta ritual), extrajeron una noción abstracta de lo moralmente adecuado. Más tarde, la escuela del «Coloquio Puro» se elevó al nivel metafísico de la discusión del ser, el no-ser y la sustancia. En la filosofía griega, la secuencia cosmológica pasó de mitologías a la clasificación de los componentes del mundo en dominios divinos, luego a la sistematización de historias en genealogías, y finalmente a la discusión de los elementos básicos o arché. Este proceso culminó con el salto a las concepciones metafísicas abstractas de Heráclito y Parménides, inaugurando la temática epistemológica. En la India, las tradiciones védicas evolucionaron desde la mitología y panteones divinos hasta discusiones sobre los ingredientes del mundo, alcanzando un monismo trascendente y sistemas abstractos con el Buda, que sistematizó los componentes del mundo en agregados y una causalidad maestra. La filosofía, a diferencia de las ciencias empíricas, «remueve constantemente sus cimientos para ir, no hacia delante, sino hacia atrás, para profundizar en sus cuestiones cavando y extrayendo la tierra que hay bajo ellas». Este proceso hace que el debate nunca termine, ya que cada nuevo nivel conceptual ofrece un terreno para nuevos matices, nuevos conceptos y por supuesto, nuevas oposiciones
10- Síntesis, fraccionamiento y sincretismo como dinámicas de la creación intelectual
El libro identifica dos modos «puros» de creatividad intelectual: el fraccionamiento y la síntesis, junto con una forma más débil, el sincretismo. El fraccionamiento se observa en la emergencia de nuevas posturas, a menudo polémicas y extremistas, que surgen para ocupar un terreno intelectual virgen. Ejemplos incluyen a los primeros filósofos griegos que crearon doctrinas cosmológicas de elementos, o las pequeñas sectas gnósticas que proliferaron a base de diferencias nimias que se maximizaban. Sócrates también representa este estilo al «derivar alegremente nuevas posibilidades». El siguiente párrafo expresa este surgimiento de nuevos conceptos a partir de expandir temáticas que a primera vista no parecían tan importantes:
- “La filosofía superior o «pura» surge como el resultado de concentrarse en la abstracción y la reflexividad en sí mismas. Las técnicas que surgen como herramientas auxiliares en las disputas se convierten en fines en sí mismas. Los subtemas se convierten en ramas especializadas que concentran la atención.»
Pero hay un peligro. La existencia de un alto grado de fraccionamiento puede abrir una grieta para el escepticismo, cuya aparición como doctrina es señal de «superpoblación en el terreno intelectual». (Si tantas explicaciones son posibles, quizás ninguna de ellas sea verdadera, e incluso pudiera ocurrir que la verdad sea elusiva a escala humana).
Por otro lado, la síntesis implica la integración de ideas existentes en un nuevo marco comprehensivo, a menudo buscando una verdad que englobe a las demás y mostrando un espíritu generoso hacia amplios sectores de la comunidad intelectual. Los pensadores sintéticos son aquellos que toman en serio las diferencias, trabajando sobre elementos lógicamente inconsistentes para producir nuevos marcos analíticos. Aristóteles es un ejemplo paradigmático de síntesis, forjando nuevas herramientas analíticas para mediar en las disputas entre las escuelas postsocráticas, creando un sistema enciclopédico que sintetizaba y mediaba entre las escuelas rivales. Plotino es otro ejemplo, mezclando la sofisticación de escuelas de larga duración en una filosofía religiosa pagana racionalizada para enfrentar la amenaza del cristianismo. La síntesis fuerte requiere un «momento de transición organizativa» y una mayor cantidad de trabajo analítico para reorganizar las alianzas intelectuales, lo que resulta en un mayor avance creativo.
El sincretismo, sin embargo, es una forma más débil de síntesis, a menudo impulsada por presiones externas para formar alianzas, lo que lleva a amalgamas de materiales no digeridos. Los sincretismos suelen caracterizarse por la ausencia de avances analíticos significativos y la permeabilidad de la frontera entre temas intelectuales y legos. Ejemplos incluyen el periodo romano, donde platónicos, aristotélicos, estoicos y retóricos promulgaban mezclas de doctrinas sin gran originalidad, o la época de Jámblico, que introdujo arbitrariamente nuevos elementos en las jerarquías neoplatónicas. En China, figuras como Tung Chung-shu o Chu Hsi son identificadas con las grandes síntesis, mientras que Mo Ti, Chuang Tzu o los budistas Ch’an se asocian al fraccionamiento. Las presiones externas, al reducir la autonomía interna del espacio de atención intelectual, suelen provocar regresiones en la secuencia de abstracción-reflexividad.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes
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ARTÍCULO ESPECIAL
Ceguera moral y algoritmos morales.
Salvador Casado
Médico de Medicina Familiar y Comunitaria.
Centro de Salud de Villalba en la Comunidad de Madrid.
Estamos viviendo una situación de cambio acelerado que no tiene parangón. El enorme empujón al desarrollo que han constituido los combustibles fósiles se une al que está impulsando la tecnología. Los modelos ampliados de lenguaje están colonizando los pequeños espacios y grietas de toda la construcción social y desde allí seguirán avanzando a medida que vayan evolucionando hacia agentes dedicados con un objetivo o una función. Conseguirán transformar los diferentes ámbitos haciendo palanca sobre ellos y aplicar en un solo punto todo el peso del conocimiento de sus bases de datos e Internet modelado por el algoritmo de turno dando respuesta a una pregunta. El arte de preguntar será de los más deseados y las respuestas se devaluarán, lo que condicionará cada vez más empobrecimiento moral.
Iremos pasando de un relativismo a un nihilismo o una niebla moral donde el marco de referencia vaya variando según las circunstancias y según los intereses del poder que irá proyectando balizas morales en la misma a su criterio. Estamos en la antesala viendo signos de lo que está llegando. En la política local y nacional vemos una polarización progresiva centrada en la descalificación personal del rival y en la delimitación entre nosotros y ellos. Cada vez se manejan menos ideas o propuestas poniendo todo el foco en los errores, corrupciones y manejos personales de los considerados enemigos. La reflexión publica ante los problemas de fondo o del día a día se omite a conciencia desde los medios de comunicación para no favorecer la reflexión privada ni la conversación, que alimentadas por el ruido de fondo y el escándalo se mantendrán en un nivel de efervescencia superficial que no permitirá el diálogo ni la construcción de ideas desde la diversidad al enconar las posiciones y aumentar el enfado común.
A nivel internacional estamos pasando de la globalización a la polarización. Se está escenificando una nueva puesta en escena donde se nos ha desvelado un postimperialismo nacionalista que antes no veíamos al estar cubierto de buenismo y glaseado. Se acabaron las alianzas para volver al vasallaje. Los intereses nacionales serán cada vez más castigados y divididos buscando su debilitación. Se dispondrán en fila para ser atendidos de uno en uno y dictaminar de manera asimétrica la carga impositiva correspondiente. Todos deben pagar el nuevo impuesto al César, del primero al último. Ya se está gastando en legiones una fortuna insostenible y es preciso subir la presión impositiva que ya era grande, por una todavía mayor.
Por el lado oriental del tablero hay otro imperio tomando posiciones. Lo está haciendo basándose en un conocimiento histórico milenario y en una nueva estructura política que ha conseguido moldear una relación con la economía que permite dirigir el desarrollo usando la potencia del mercado a su favor. El nivel de control político sobre el económico permite concentrar la potencia industrial en sectores estratégicos que finalmente son dominados y consolidan progresivos aumentos de poder. Por otra parte el control de recursos naturales se suma a una necesaria expansión que busca alianzas basadas en las obras públicas y el desarrollo de los aliados sin imponerles presencia ni gasto militar. Una asimetría que se podrá cambiar cuando convenga o se vean forzados.
El postimperialismo precisa de un postcapitalismo definido por “cómpreme a mí en lugar de a él”. Y por el intento de trazar una gran muralla invisible al flujo de comercio mundial. Como la industria está en oriente no se podrá aplicar a la mayoría de los productos físicos. Afectará a lo que no lo es, información, redes de comunicación, tecnología, datos, modelos ampliados de lenguaje, mundos artificiales… Y por supuesto a la narrativa y los valores.
Ninguna de las dos propuestas es amiga del exceso de reflexión por lo que se aplicarán medios de control que si bien se diferencian en las formas coinciden en el fondo. La disidencia no será tolerada gracias a sistemas de control cada vez más potentes. Y en lugar de recurrir a la violencia o la represión será más sencillo utilizar medios de prevención social y autocontrol expeditivo que además de ser más económicos son mucho más potentes.
Al aumentar el ruido de fondo con preocupaciones funestas, polarización, política centrada en el escándalo y mega influencers, junto con la mejora progresiva de hardware y software de aislamiento personal el nivel de niebla artificial va aumentando. Lo primero que consigue es que perdamos las referencias y empezamos a caminar sin rumbo. Lo que inevitablemente nos llevará a preguntar por dónde ir, y como cada vez será más difícil hacerlo a un humano coherente buscaremos un agente virtual que nos sirva de brújula permanente. Llevamos décadas haciendo nuestras preguntas a Internet usando navegadores y buscadores. Y en los últimos años lo hacemos mediante diferentes modelos ampliados de lenguaje. Lo siguiente serán agentes personalizados y amigables que aportarán orientación moral a su catálogo de prestaciones respondiendo preguntas básicas cómo ¿qué debo hacer en esta situación? ¿Qué me conviene más en esta otra? ¿Cuál es el mejor trabajo para mi? ¿Qué persona me conviene para esta circunstancia?…
El rol de consejero moral es paralelo al de director espiritual lo que nos da medida del grado de influencia y poder que tendrán estos modelos y de lo imprescindibles que se convertirán para aquel que empiece a utilizarlos. La confianza debe ser total dado que tendremos que ceder nuestra información más preciada, nuestros datos morales. La adopción de estos modelos será progresiva dado que si ya es difícil y cansado tener visión moral en medio de sociedades diversas y complejas como las actuales imaginen si aplicamos una niebla moral espesa a las mismas que impida la visión más allá de un metro de distancia. La única manera de no perderse será caminar de la mano y no duden que será más sencillo agarrarse a un dispositivo personal que a otra persona.
Desarrollar de forma autónoma una visión moral con suficiente perspectiva ha sido siempre complicado. Si bien cada cual tiene la suya basada en su educación y circunstancias sociales y personales, no es sencillo verbalizar conflictos morales ni nombrar los valores que estos afectan. Somos capaces de visualizar los problemas, Edipo mata a su padre, Electra se casa con Edipo… pero nos cuesta poner nombre a los valores que los causan, ignorancia, libertad, piedad filial, obediencia a los dioses… Pocos son los que además de contar con la ayuda del teatro y la literatura recurren a la filosofía o los escritos de ética o moral.
Por otra parte la ceguera moral beneficia al mercado al evitar preguntas incómodas o reflexiones que potencialmente pueden impedir determinadas compras. Los vendedores de carne no quieren vegetarianos ni los de armas pacifistas. Es mejor que dé igual todo y que cada cual compre lo que quiera. Ya se encargarán de que los mega influencers no sean precisamente faros morales como tampoco lo son políticos ni deportistas. Qué más da lo que uno piense o haga si es famoso o millonario y se lo puede permitir.
Las circunstancias actuales de niebla moral ambiente por un lado y de ceguera moral individual por otro facilitarán al máximo la adopción de los nuevos algoritmos morales como consejeros personales con la capacidad de orientarnos desde cómo vestirnos a en qué organizaciones militar o a qué político votar. Y no duden que delegaremos todo lo que se pueda delegar…
Imaginan lo que valdrán las empresas que detenten semejante poder…
REFERENCIAS.-
[1] https://www.defensa.gob.es/ceseden/-/esfas/las_causas_del_aumento_de_la_polarizacion_social_en_espana_en_el_siglo_xxi-1
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La Redacción.-