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INDICE.-
Noticias.- ISSN, XXII Congreso Comunicación, V Simposio Teoría Medicina, Pasado presente futuro Bioética.
Comentario de libros.- Alan F. Chalmers ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Ed. Siglo XXI de España Editores S.A. 2010.
Gertler B. Self Knowledge. Roudledge. New York 2011, 313 páginas.
Webs de interés.- La web de Ramón Alcoberro.
Artículo comentado.-
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Noticias.-
*Ya tenemos ISSN.- Boletín Iatros se identifica con el ISSN 2014-1556. Esta indexacion permite a todas las personas que colaboran con el Boletín citar sus colaboraciones y que éstas sean encontradas en cualquier parte del mundo de manera mas cómoda.
*XXII Congreso de Comunicación Asistencial y Entrevista Clínica. Burgos 2011, 4-5-6 Mayo. Información en:
* QUINTO SIMPOSIO INTERNACIONAL DE TEORÍA DE LA MEDICINA (2011):
TEMA MONOGRÁFICO: “Teoría de la Medicina y Gobernanza del Sistema Sanitario”
Fecha: Mayo, martes 24 de 16 a 20 hs y miércoles 25 de 10 a 14 hs.
*Pasado, presente y futuro de la Bioetica Española. Organiza: Universidad Pontificia de Comillas. Del 19 al 21 de mayo de 2011. Alberto Aguilera, 23 ; 28015 Madrid
Comentario de libros.-
Alan F. Chalmers ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?
Ed. Siglo XXI de España Editores S.A. 2010.
Nueva edición corregida y aumentada, como nos informa la editorial, de un libro que bien podríamos considerar como un clásico dentro de la filosofía de la ciencia.


Considera a Popper y a su teoría del conocimiento como el filósofo que planteó los problemas al positivismo y al inductivismo al subrayar la dependencia de la teoría que tiene la observación y el hecho de que las teorías siempre trascienden las pruebas, de modo que nunca pueden derivarse de ellas. La concepción de Popper de la ciencia se basaba en la idea de que las mejores teorías son aquellas que sobreviven las pruebas más severas. Sin embargo, su concepción era incapaz de servir de guía acerca de cuándo la responsabilidad de una prueba fallida debería recaer en la teoría, y no en algún elemento del trasfondo de conocimientos; no pudo decir tampoco nada lo bastante positivo acerca de las teorías que han sobrevivido a las pruebas. Todos los intentos de teorías del conocimiento posteriores a Popper implican llevar más lejos que este autor la idea de la dependencia de la teoría. Lakatos introdujo los programas de investigación a mantener o desechar según decisiones convencionales, que consistían por ejemplo, en culpar de las falsaciones aparentes a las hipótesis auxiliares y no a los principios del núcleo central, sin embargo, no supo especificar en qué momento se debía abandonar un programa de investigación a favor de otro. Kuhn introdujo los paradigmas en lugar de los programas de investigación, ocasionando así un elemento de dependencia del paradigma de mucho más alcance que la dependencia de la teoría de Popper. También Kuhn se tropezó con el problema de especificar en qué momento un paradigma representa un avance respecto de aquel que reemplaza.
Para los bayesianos las suposiciones teóricas de fondo, que informan el juicio acerca de los méritos de las teorías científicas, son incorporadas mediante las probabilidades previas.
Por último, en los últimos años, para un cierto grupo de filósofos, el cúmulo de problemas con los que se encuentra la filosofía de la ciencia contemporánea deben ser afrontados abordando en sus fuentes los movimientos que dependen de la teoría. Para este nuevo movimiento que llaman: el nuevo experimentalismo, los experimentos tiene “vida propia” independientes de teorías de mayor alcance. Esto significaría considerar el progreso científico como la acumulación del conocimiento experimental, restableciendo la idea de progreso acumulativo de la ciencia sin la amenaza de las afirmaciones de que existen las revoluciones científicas que implican cambios en las grandes teorías.
Juan Carlos Hernández-Clemente. Madrid.
Gertler B. Self Knowledge. Roudledge. New York 2011, 313 páginas. 30 Euros.

A partir de estas premisas el libro realiza un repaso histórico, (Locke, Kant, Wittgenstein), y analiza en sendos capítulos la teoria del conocimiento, de la sensación interna y la teoría racionalista. El penúltimo de los capítulos es tal vez el mas interesante: la percepción del “yo”. El capítulo analiza en primer lugar la tesis de Hume de que el “self” no puede ser objeto de introspección y distingue con claridad lo que sería la percepción del self como objeto o como sujeto. A continuación sitúa como imprescindible para constituir el self la capacidad que todos tenemos de indexar una experiencia como “mía”, algo que ya había denotado W.James. Esta tarea de indexación permite tener una primera visión del self como aquella parte de la mente que unifica las experiencias “mías”, un modelo que sería del agrado de Hume. El Self sería el que integra las percepciones, y por tanto, sabemos del Self por las reacciones a estas percepciones, nada mas. No conocemos otras cualidades del Self de manera directa. Este punto de vista lo expande la teoría deflacionaria del Self, que proclama que no sabemos de nosotros mismos nada que un observador externo no pudiera afirmar.
Por el contrario los defensores del Self como “sujeto” afirman que solo adquirimos el sentido de las cosas cuando las percepciones pasan por el tamiz del sujeto, el que posee criterios, el que es capaz de valorar. El Self por consiguiente cuando percibe una emoción lo percibe como un objeto de su atención pero a la vez en tanto que sujeto le da un valor determinado, y lo hace de manera prácticamente simultánea. Si nuestra capacidad de darnos cuenta de nuestras emociones fuera solo objetual perderíamos el sentido del contexto. En este punto el autor invoca a Bermúdez, quien defiende un self que no precisa de palabras para constituirse, un self que podemos observar también en los animales, y que consiste básicamente en ubicarnos en el espacio-tiempo como organismos que distinguimos “lo nuestro” de lo de “los demás”. Constantemente nos imaginamos como nos sentiríamos o qué haríamos “si” algo sucediera. Es mas, para entender lo que estoy viendo añado información “mía”. Por ejemplo, este gato que traspasa mi jardín tiene un significado distinto de otro gato que vaga por el jardín del vecino. No le iría nada mal a Gertler incorporar algunas ideas zubirianas sobre el hombre constituido sobre una parte “irreal”, ficcional, imaginada, y que tan bien ha sabido describir Conill.
Francesc Borrell Carrió, Barcelona.
Webs de interés.-

De nuestra Redacción.-
Artículo comentado.-
Borrell F, de Pablo J, Pujol R, Gudiol F. Alumnos en las consultas clínicas. Normas de estilo para un mejor aprovechamiento de las rotaciones clínicas de los estudiantes de medicina. Educ Med 2011; 14(1):19-25. Accesible en: www.educmed.net


De nuestra Redacción.-