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Noticias.- Curso a distancia Fundación X. Zubiri.
Comentario de libros.- *Giacomo Rizzolatti, Corrado Sinigaglia Las neuronas espejo. Los mecanismos de la empatía emocional. Paidós, 2006. *Thomas Sydenham, John Locke. Ensayo sobre la anatomía. KRK, Cuadernos de Pensamiento. Oviedo 2009.
Webs de interés.- Vesalio traducido al inglés por la Universidad de Northwestern, y la Biblioteca Británica que nos ofrece 10 libros antiguos de su fondo, uno de ellos De humani corporis fabrica de Vesalio.
Artículo comentado.- Robertson EM (2009) From Creation to Consolidation: A Novel Framework for Memory Processing. PLoS Biol 7(1): e1000019. doi:10.1371/journal.pbio.1000019
CURSO ON-LINE INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE ZUBIRI.- EL contenido del Curso a distancia es el mismo que viene impartiéndose de modo presencial por especialistas y discípulos del filósofo en la sede de la Fundación X. Zubiri de Madrid desde el año 1989.
11 Enero- 7 junio 2010
El curso está dirigido a personas preferentemente, con algunos conocimientos de filosofía: profesores universitarios, de secundaria, estudiantes, o profesionales con interés en la filosofía
Todo alumno tiene dos opciones a la hora de matricularse en el Curso a distancia:
o Matricularse a través de la UNED, con el fin de obtener un certificado oficial de esta Universidad.
o Matricularse directamente a través de la Fundación X. Zubiri con el fin de obtener exclusivamente un diploma privado de la Fundación (se requiere la realización de un 80% de las tareas).
El coste de la matrícula a través de la Fundación es de 150 euros.
Para matricularse en la UNED pónganse en contacto con el profesor Jacinto Rivera (jrivera@fsof.uned.es) o con la facultad de Filosofía.
En la UNED figura como curso optativo del programa de doctorado con 5 créditos en el master de Filosofía Teórica y Práctica (especialidad Historia de la Filosofía y Pensamiento Contemporáneo).
Fundación Xavier Zubiri C/ Núñez de Balboa, 90, 5º 28006 Madrid Tel.: 91 431 54 18
Fax: 91 577 97 04 fzubiri@zubiri.net www.zubiri.net
Comentario de libros.-
Giacomo Rizzolatti, Corrado Sinigaglia Las neuronas espejo. Los mecanismos de la empatía emocional. Paidós, 2006.
Les propongo la lectura del libro titulado: Las neuronas espejo. Los mecanismos de la empatía emocional. Editado por Paidós, 2006 y cuyos autores son Giacomo Rizzolatti, director del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Parma y Corrado Sinigaglia, profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Milán.
¿Es posible identificar los mecanismos y circuitos corticales responsables de las transformaciones sensoriomotoras necesarias para la codificación de los objetos, así como la planificación y el control de los movimientos propios y el reconocimiento de las acciones e intenciones ajenas?
¿Cuál es el mecanismo que permite a nuestro cerebro elaborar los estímulos procedentes, por ejemplo, de una expresión facial ajena y codificarlos como una mueca de quien experimenta dolor o asco? ¿ Debemos asumir que la activación de las zonas corticales visuales pone en marcha un proceso cognitivo capaz de interpretar las informaciones sensoriales como portadoras de una determinada valencia emotiva? ¿O debemos suponer que la visión de una cara ajena activa en el observador los mismos centros cerebrales que se activan cuando él mismo tiene esa reacción emotiva especifica o, en otros términos, que el reconocimiento de las emociones de los demás se apoya en un conjunto de circuitos neurales que, aunque diferentes, comparten esa propiedad espejo que ya encontramos en el caso de la comprensión de las acciones?
Todas estas preguntas y muchas más encuentran respuestas a lo largo de las páginas de este libro. Se nos muestran los experimentos, que en monos y en humanos, mediante diferentes técnicas electrofisiológicas y de imagen, permiten avalar la posibilidad de que sean las denominadas células espejo las que jueguen un papel decisivo en la comprensión de las acciones, intenciones y emociones de los demás.
En particular, se nos muestra cómo se ha descubierto, que en algunas zonas de nuestro cerebro, hay neuronas que se activan con relación no tanto a movimientos simples como a actos motores finalizados (como coger, sostener, manipular, etc.). Serán estos actos y no los meros movimientos los que nos permitan comprender nuestro entorno y permitan que las cosas se revistan de significado para nosotros. El cerebro que actúa es un cerebro que comprende, por supuesto, será una comprensión pragmática, preconceptual y prelingüística.
Las neuronas espejo descubiertas a principios de la década de 1990, demuestran que el reconocimiento de los demás, así como de sus acciones y hasta de sus intenciones, dependen en primera instancia de nuestro patrimonio motor. Las neuronas espejo permiten a nuestro cerebro correlacionar los movimientos observados con los nuestros y reconocer, así, su significado.
El sistema de las neuronas espejo parece, así, decisivo en el surgimiento de ese terreno de experiencia común que nos permite actuar como sujetos, no sólo en el plano individual, sino también y sobre todo en el plano social.
La imitación, el aprendizaje, la comunicación gestual e incluso la verbal encuentran una correspondencia puntual en la activación de circuitos espejos concretos. Pero además serán las células espejo localizadas en la ínsula, las que tras recibir las informaciones procedentes de las zonas visuales que describen las caras o los cuerpos que expresan una emoción, activen un mecanismo autónomo y específico capaz de codificarlas inmediatamente en sus correspondientes formatos emotivos. Esto no significa que sin la ínsula nuestro cerebro no esté en condiciones de discriminar las emociones ajenas, pero parafraseando a William James, estas últimas se verían en dicho caso reducidas a “una percepción solamente cognitiva, pálida, fría, despojada de todo color emotivo”. Semejante color emotivo depende, en efecto, de la acción de compartir las respuestas visceromotoras que contribuyen a definir las emociones.
La comprensión inmediata, en primera persona, de las emociones de los demás posibilitada por el mecanismo de las células espejo constituye, además, el prerrequisito fundamental del comportamiento empático que subyace en buena parte de nuestras relaciones interindividuales.
Juan Carlos Hernández Clemente.
Thomas Sydenham, John Locke. Ensayo sobre la anatomía. KRK, Cuadernos de Pensamiento. Oviedo 2009.
Thomas Sydenham (10 de septiembre, 1624 – † 29 de diciembre, 1689, Londres) fue un médico inglés que inauguró el empirismo en la descripción de las enfermedades, describiendo la corea que lleva su nombre. El escrito que ocupa ahora nuestra atención lo escribió con el filósofo Locke, y resulta doblemente interesante por el desatino de su argumentación: la anatomía (y la microscopía, que recién se estrenaba en el mundo de la ciencia), no podían aportar grandes conocimientos a la medicina. Sydenham creía que las enfermedades se producían por corpúsculos inalcanzables a ningún procedimiento de observación, (así como a la influencia de los astros y el clima), y que la anatomía sola o combinada con la microscopía lo máximo que ofrecía eran “nuevas superficies” a la observación del médico incapaces de explicar lo que estaba ocurriendo en el enfermo. Para Sydenham la Naturaleza había provisto al ser humano de 5 sentidos con los que bastaba para clasificar las enfermedades y aplicar las terapias de la época: calor, frío, sangrías, purgas, eméticos y sudoríficos, así como algunos medicamentos “específicos”, (es decir, específicos contra una enfermedad concreta), como era la quina. Resulta notable como un discurso nacido de tantos prejuicios metafísicos (e incluso teológicos, si seguimos a Sánchez González, quien nos regala en este libro con estupendo estudio introductorio), concitaron la colaboración de un médico y un filósofo en un intento por fortuna periclitado de detener el avance científico. Creo que anda por las librerías un libro con los dislates mas grotescos que han producido las plumas de los filósofos, (y por cierto que la obra comentada podría perfectamente engrosar la de Locke). Algo similar podría escribirse de los insignes médicos que veneramos en las alacenas de nuestra facultades de medicina. Lo mas curioso es que las críticas a los avances anatomistas y microscópicos se realizan sobre la base de una explicación insuficiente. Visto con los ojos actuales resulta evidente que en aquella época era del todo imposible empezar a desmadejar la patología humana desde la pretensión de encontrar explicaciones “finales” a las meras observaciones anatómicas. Tal vez sea esta incomprensión de la parsimonia de los avances científicos lo que atara a Sydenham a los prejuicios metafísicos de su época, prejuicios que hacía suyos con total ingenuidad.
Francesc Borrell
Webs de interés.-
Y ya que estamos tratando de Anatomía, les invitamos a que se den ustedes una vuelta por la Northwestern University, que está traduciendo la obra de Vesalio de la mano de : Daniel H. Garrison, Professor of Classics in Northwestern’s Weinberg College of Arts and Sciences y Malcolm H. Hast, Professor Emeritus, Otolaryngology — Head & Neck Surgery, Feinberg School of Medicine, Northwestern . De momento podrán contemplar el libro 1, y próximamente el dos. El proyecto tiene 10 años de vigencia, y al final veremos a la luz la obra entera de Veslaio traducida al inglés, (la original es en latín). Las láminas son espléndidas.
http://vesalius.northwestern.edu/flash.html
Andrés Vesalio o Andreas Vesalius es la forma latinizada del nombre Andries van Wesel (Bruselas, actual Bélgica, 31 de diciembre de 1514 – Zante, actual Grecia, 15 de octubre de 1564), fue un anatomista flamenco, autor de De humani corporis fabrica (Sobre la estructura del cuerpo humano). Basó sus estudios anatómicos en la observación directa, rechazando algunos errores anatómicos presentes en la obra de Galeno, por lo que es considerado el fundador de la anatomía moderna. Sus láminas también pueden ser consultadas en:
http://archive.nlm.nih.gov/proj/ttp/books.htm
la Biblioteca británica, que inaugura con este libro y otros 9 (todos ellos muy interesantes, en especial la Micrografia de Robert Hooke) un sistema de visor con el que podemos hojear el libro como si lo tuviéramos delante de los ojos. Por si fuera poco cuenta con una presentación de la obra de Vesalio, (el entorno en que se movió, y la creación del primer Teatro Anatómico), que hará las delicias del curioso:
http://archive.nlm.nih.gov/slideshow/phpslideshow.php?directory=padua¤tPic=11
Artículo comentado.-
PLOS es un conjunto de revistas en abierto de alta calidad, en diferentes áreas del conocimiento humano, entre ellas medicina y biología. En esta ocasión comentaremos un artículo de PLOS Biology, accesible en:
http://www.plosbiology.org/home.action
Robertson EM (2009) From Creation to Consolidation: A Novel Framework for Memory Processing. PLoS Biol 7(1): e1000019. doi:10.1371/journal.pbio.1000019
La memoria pasa a través de al menos tres momentos clave en su desarrollo: inicialmente, se codifica, después se consolida, y finalmente se recupera. Durante la consolidación de la memoria hay cambios cuantitativos y cualitativos. La memoria puede ser cuantitativamente aumentada o puede ser estabilizada, (menos susceptible a interferencias).
Los recuerdos humanos se han clasificado en dos grandes tipos: las memorias declarativas, que trata de recuerdos de hechos y acontecimientos, y los recuerdos de procedimiento, que trata de recuerdos de competencias. También hay otra clasificación: los recuerdos de los que los individuos son conscientes de su adquisición (memoria explícita) y de los que no (memoria implícita). Podemos ser conscientes de adquirir una nueva habilidad, por ejemplo, aprender a montar en bicicleta (explícitas de procedimiento), pero también es posible no darse cuenta de la adquisición de una nueva habilidad, como ocurre por las reglas gramaticales que aprendemos (implícito de procedimiento ).
El autor examina en este artículo diferentes evidencias contradictorias para postular que hay una competencia entre la consolidación de la memoria explícita e implícita cuando estamos despeirtos, competencia que no ocurre cuando estamos dormidos. Interesante también por la combinación que el autor realiza de datos de neuroimagen y puramente experimentales.