CÍRCULO DE CIBERLECTURA
- ÍNDICE
Noticias.-
Folia Humanística 7.
Comentario de libros.-
– «Los Peligros de la Moralidad». Pablo Malo Ocejo.
– «La intimidad». Torralba F.
Webs de interés.- Revista AMF: la eutanasia.
Artículo comentado.- Las complejidades de la culpa.
Video recomendado.- El sobrediagnóstico en medicina
NOTICIAS
*Novedades editoriales:
Ya tenéis a vuestra disposición Folia Humanística 7, con los siguientes contenidos:
-Tema del Dia.- * Nuria Terribas Ley Orgánica de regulación de la eutanasia en España: cuestiones polémicas sobre su aplicación.
-Pensamiento actual.- * Eva Peguero-Rodríguez , Juanjo Mascort-Roca, Francesc Borre-Carrió Práctica clínica tutelada: donde el estudiante aprende actitudes y valores.
-Arte y Sociedad.- *Francesc Borrell, La música transforma nuestras vidas.
-*David Puertas Guía sonora de los viajes de Mozart.
*Encontraréis la revista en Open Access en:
COMENTARIO DE LIBROS
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Los Peligros de la Moralidad. Algunas de las ideas del libro de Pablo Malo (1)
El libro gira alrededor de la idea de que la moralidad es un arma de doble filo o una moneda con dos caras. La misma capacidad moral que nos lleva a hacer el bien (a luchar contra injusticias, a ser altruista, a colaborar con nuestro grupo y mejorar la vida de la gente) nos lleva a cometer genocidios, holocaustos, gulags y atentados como el de las torres gemelas.
Un ejemplo: en EEUU ha ocurrido que se ha asesinado a tiros a médicos que practicaban abortos. Las personas que han cometido el asesinato son personas contrarias al aborto, colectivo a los que se denomina pro-vida (al colectivo favorable al aborto se le denomina pro-choice o pro-elección). Nos encontramos pues con la paradoja de que personas que defienden toda vida, incluso la que está en proyecto, son capaces de quitar la vida a un médico porque consideran que se lo merece, porque ha cometido algo moralmente malo.
Esto ocurre porque ese médico pertenece al Ellos y no al Nosotros, como veremos luego. La tragedia es que no podemos seleccionar lo bueno de la moral y desechar lo malo, todo va en el mismo lote. Y la propuesta del libro es ver cómo podemos encontrar maneras de aprovechar y potenciar el lado luminoso de la moral y mitigar su lado oscuro. Sin embargo, a lo largo del libro nos vamos a encontrar con muchas ideas y conceptos que tienen que ver con la psicología evolucionista, la filosofía y la psicología moral. Veamos algunas:
No existen valores objetivos ahí fuera.
La naturaleza es amoral. Lo han dicho filósofos como J.L. Mackie en su libro Ethics: Inventing Right and Wrong, pero la evidencia científica más clara de esto se la debemos a Darwin. Hay un pasaje muy famoso:
«Yo no quiero mantener que cualquier animal estrictamente social, si sus facultades intelectuales llegaran a ser tan activas y elevadas como las del hombre, adquiriría el mismo sentido moral que nosotros. De la misma manera que diversos animales tienen su propio sentido de la belleza, aunque admiran objetos muy diferentes, así tendrían un sentido del bien y el mal, pero les llevaría a tomar diferentes líneas de conducta. Si, por ejemplo, para tomar un caso extremo, los seres humanos fueran criados en las mismas condiciones que las abejas, no habría duda de que nuestras mujeres solteras, al igual que las abejas obreras, creerían que es un deber sagrado matar a sus hermanos y las madres intentarían matar a sus hijas fértiles; y a nadie se le ocurriría interferir. No obstante, la abeja, o cualquier otro animal social, ganaría en este supuesto caso, tal como me parece a mí, un sentimiento del bien y el mal, o una conciencia.”
Nuestro sentido del bien y el mal -así como nuestro sentido de la belleza- son producto de la selección natural y si la evolución de nuestra especie hubiera seguido otros derroteros, lo que consideraríamos bueno o bello sería distinto. Dice Steve Stewart-Williams en su libro The Ape That Understood the Universe: “Encontramos lindos a los bebés porque estamos diseñados para encontrarlos lindos. Si nuestros bebés fueran como pequeños monstruos grotescos según nuestras normas actuales, entonces eso es lo que nos parecería lindo y nuestros bebés actuales serían los pequeños monstruos grotescos”.
Las convicciones y creencias morales no son como otras creencias
Las convicciones morales tienen características como la objetividad y la universalidad que las hacen muy diferentes de otras creencias. Si yo creo que torturar niños por placer está mal y me preguntas por qué me quedaré pasmado porque es evidente, es que no tengo que justificarlo, es tan claro como que 2+2=4, es algo objetivo y real. De la misma manera, si creo que torturar niños está mal, no permitiré que otros lo hagan: mis creencias son universales y los demás tienen que cumplirlas. Otras características incluyen el alto componente emocional y la tendencia que el fin justifique los medios. Por todo ello
La Moralidad es una tecnología para la cooperación
Entre los estudiosos de la moral desde un punto de vista evolucionista esta cada vez más asumida esta idea y está calando el relato entre los filósofos morales también. El autor que en mi opinión mejor la está desarrollando actualmente es Oliver Scott Curry con su teoría de la moral como cooperación. La investigación está convergiendo en la idea de que la moralidad es un conjunto de reglas para promover la cooperación: reglas que nos ayudan a trabajar juntos, llevarnos bien, mantener la paz y promover el bien común.
La idea básica es que los humanos son animales sociales que han vivido juntos en grupos durante millones de años. Durante este tiempo, hemos estado rodeados de oportunidades para la cooperación -para una interacción social mutuamente beneficiosa- y hemos evolucionado e inventado una serie de formas de aprovechar estos beneficios. Estas estrategias de cooperación tienen diferentes formas y tamaños: instintos, intuiciones, inventos, instituciones. En conjunto, motivan nuestro comportamiento cooperativo y proporcionan los criterios con los que evaluamos el comportamiento de los demás. Y son estas estrategias de cooperación las que los filósofos y otros han llamado «moralidad».
La Teoría de la moralidad como cooperación dice que que hay al menos 7 tipos diferentes de cooperación: 1) la selección de parentesco, 2) el mutualismo, 3) La reciprocidad o cooperación condicional -ayudar a quien te ayuda y perjudicar a quien te perjudica.; 4) el heroísmo; 5) la sumisión a los superiores, admitir con humildad la derrota y someterse a las personas poderosas; 6) la justicia, repartir los recursos de forma equitativa en lugar de intentar monopolizarlos, y 7) respetar la propiedad, reconocer y respetar la posesión previa de los recursos.Por lo tanto, siete tipos de cooperación explican siete tipos de moral: el amor, la lealtad, la reciprocidad, el heroísmo, la deferencia, la equidad y los derechos de propiedad. Así, según esta teoría, es moralmente bueno:
- amar a tu familia.
- ser leal a tu grupo.
- devolver favores.
- ser heroico.
- respetar a los superiores.
- ser justo.
- respetar la propiedad.
Y es moralmente malo:
- descuidar a tu familia.
- traicionar a tu grupo.
- engañar.
- ser cobarde.
- faltar al respeto a la autoridad.
- ser injusto.
- robar.
La moralidad es múltiple
Si las teorías evolucionistas como la de Scott Curry tienen razón, se desprende de ellas una consecuencia muy importante con implicaciones prácticas: la moral es múltiple y consistiría en un racimo de módulos con entradas y salidas diferentes que pueden entrar en conflicto entre ellas, y esto es algo que vemos en la vida real. Estas teorías nos señalan que las decisiones morales humanas son tomadas por diferentes “voces morales” dentro de nosotros o por diferentes mecanismos psicológicos que responden a diferentes tipos de problemas de cooperación y en un momento dado el principio de ayudar a la familia puede chocar con el de la justicia o el de respetar la propiedad, por ejemplo. ¿Debo robar o perjudicar a otros para salvar a mi amigo, a mi hermano o a un compañero que lo necesita? Tenemos normas y predisposiciones para no robar comida a los otros, pero ¿qué pasa si mi hijo o mi amigo se están muriendo de hambre? Muchas situaciones morales en el mundo real contienen complejas combinaciones de todos estos intereses o preocupaciones y a veces crean dilemas morales muy difíciles de resolver porque chocan en ellos diferentes componentes de nuestra moralidad.
El ser humano divide el mundo en Ellos y Nosotros
Nuestra mente moral es tribal y los límites de nuestra moralidad llegan hasta los límites de nuestro grupo. No aplicamos las mismas normas a los miembros de nuestro grupo que a los de los grupos rivales. Las normas morales como no matar no se aplican a los enemigos, al enemigo sí se le puede matar, incluso se le debe matar.
Estamos viviendo una situación de Hipermoralización, una espiral de virtud
Estamos viviendo una serie de fenómenos que indican sin lugar a dudas que la moral se ha desbocado, que sufrimos una pandemia de moralidad y que la preocupación por lo moral afecta a todas las esferas de la vida: la universidad, la vida laboral, los medios y las redes sociales. Las empresas tienen que señalar virtud antes de decirnos los productos que venden, por ejemplo Gillette hace un anuncio contra la masculinidad tóxica para señalar lo virtuosos que son en una conducta que se ha denominado capitalismo moralista (antiguamente nos contaban que utilizando sus productos nos íbamos a volver irresistiblemente atractivos). Los jugadores de fútbol se arrodillan antes de empezar los partidos, los Stones ya no pueden tocar Brown Sugar, a Terry Gilliam, de Monty Phyton, le cancelan una obra de teatro y profesores universitarios tienen que renunciar a su plaza como ha hecho la filósofa Kathleen Stock tras la campaña de difamación ritual montada contra ella. Son sólo algunos ejemplos pero la lista es realmente larga, es muy difícil negar que la moral se nos ha ido de las manos.
La causa de la Hipermoralización es la nueva religión de la Justicia Social Crítica o Wokismo.
Aunque parezca paradójico, en “Los Peligros de la Mortalidad” se aventura la controvertida hipótesis de que las religiones tradicionales no sólo fomentan la moralidad sino que la contienen y canalizan. Las personas tenemos la necesidad de sentir que somos buenas y la necesidad de señalar nuestra bondad a los demás. La catadura moral de una persona es algo a lo que damos una gran importancia a la hora de juzgar a una posible pareja o a un socio. Cuando la religión tradicional era más fuerte, yendo a misa dando limosna, etc. podíamos señalar nuestra bondad. Esa religión tradicional ha perdido fuerza pero no lo ha hecho nuestra naturaleza humana y seguir os necesitando señalar esa virtud.
La hipótesis de muchos autores es que seguimos viviendo en un mundo religioso y que la religión ha saltado ahora a la política. El wokismo (la nueva política de identidades y de justicia social) no sería más que una variante de protestantismo.
Las redes sociales tocan una tecla de nuestra naturaleza humana
Al perder fuerza la religión tradicional las redes sociales han ocupado el lugar de la Iglesia donde uno da a conocer su virtud. Las redes sociales han ido aprendiendo a tocar diferentes teclas de la naturaleza humana, una de ellas es nuestro apetito por la información social, lo que llamamos cotilleo o chismorreo. Pero también se han dado cuenta de que la indignación moral vende, de que los tuits de indignación moral se tuitean más que los demás y que cuando la gente está indignada moralmente permanece y participa más en la plataforma.
La moralidad es un peligro para la democracia y la ciencia
Es un peligro para la democracia porque si introducimos el código bueno/malo en la política y consideramos a nuestros enemigos no sólo como equivocados sino como malvados, se ha acabado el diálogo político y estaremos haciendo religión en vez de política. Y si introducimos el código bueno/malo en la ciencia corrompemos su función, ya que la ciencia se guía por el código verdadero/falso y su objetivo es encontrar la verdad, no el bien.
Con estos ejemplos nos hacemos una idea de los temas que trata el libro. Luego quedaría el problema de qué podemos hacer para mejorar las cosas, pero no vamos a destripar aquí el final del libro, así que animamos al lector a averiguarlo por sí mismo.
Juan Medrano
Bilbao
REFERENCIAS
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1.- Malo P.Los peligros de la moralidad: Por qué la moral es una amenaza para las sociedades del siglo XXI Deusto 2021.
Torralba F. La intimidad. Ed. Milenio. Pagés Editors. Lérida 2009. (re-editado 2014)
Salvador Pániker afirmaba que el gran problema de la intimidad es que en general la gente carece de ella. Quizás sea una afirmación exagerada, pero no lo parece tanto si consideramos las muchas personas adictas al Instagram y al TikTok… En este ensayo de Torralba se afirma todo lo contrario, todos tenemos intimidad, si acaso mucha gente no la cuida, pero “conocer a alguien es osar recorrer esa travesía que media entre vida pública y privada”. (pág.7)
Ahora bien, no es fácil entrar en esta intimidad ajena. “Nadie está legitimado para entrar en la vida interior de otro; hace falta que éste, su semejante, abra la puerta y le deje ver esa vida intangible que transcurre en la rebotica de su ser” (pág.9) Fantasías, propósitos, la vida secreta de cada cual ahí está, y aún cuando una parte de esta vida quede al descubierto, siempre habrá una capa más profunda.
“La intimidad es una riqueza que hemos recibido (…) es un don no de una naturaleza física, como el sentido de la vista, sino imperceptible (…) un bien que hay que respetar” (pág.10), afirma Torralba. Y continúa: “cada uno es responsable de lo que se deposita ahí. Si la llenamos con elementos tóxicos, sin ser capaces de reconocerlos, (…) se convertirá en un vertedero. (…) En cambio, si se cuida con esmero, si se sabe escoger los recuerdos que se consignan ahí, la intimidad se convierte en una morada cómoda, un bonito paraje al que regresar de vez en cuando” (pág.11)
La intimidad hay que comprenderla como cambiante: por supuesto cambia con la edad, pero también con las relaciones que establecemos. Por eso incluso las personas más próximas tienen una parte de desconocidas, y debemos evitar ser intrusivos. Cada persona tiene derecho a la intimidad e, incluso más, el decoro es necesario para cultivar esta intimidad. No podemos en este punto confundir privacidad con intimidad. Privacidad sería lo que cerramos a lo público. Intimidad lo más interior, lo que damos con cuentagotas incluso a los amigos. Todo lo que es íntimo es privado, pero no viceversa (pág.15)
La intimidad presupone por consiguiente una resistencia a “exteriorizarlo todo”. La intimidad difícilmente existiría si no tuviéramos en alguna medida pudor. El pudor tiene mala prensa, parecería que es una imposición cultural. En la literatura psicoanalítica aparece asociada a la represión de la sexualidad. Pero también podemos entenderla como “una resistencia a ser un mero cuerpo para los demás” (pág.25), un sentimiento moral que trata de salvaguardar nuestra identidad (pág.26). En los Centros Penitenciarios se antes se solía desnudar al preso a la fuerza para reducirlo a su corporeidad. Algo de eso ocurría también en los hospitales. Por ello Torralba afirma: “Cuando todo se convierte en objeto de exposición (…) la dignidad se esfuma” (pág.31).
En ocasiones se asocia el amor a la entrega de nuestro cuerpo al ser amado. Pero esta entrega no supone la desaparición del pudor: “Donde hay amor el pudor no desaparece; al contrario, se refina y madura” (pág.32) En realidad, ¡cuantas veces el amor surge no de percibir fortalezas en el otro, sino sus vulnerabilidades! Por eso el amado “no tiene miedo de mostrar sus flaquezas porque sabe que no es querido por sus cualidades sino por su ser, que necesariamente incluye debilidades” (pág.32)
El autor configura el pudor como cancerbero de la intimidad, lo que le hace afirmar que “tener pudor significa disponer de la capacidad de soportar en solitario determinadas situaciones” (pág.34)
Por todo lo que venimos diciendo Torralba entiende que “frente a la congénita tendencia a exhibirse, el pudor es el lastre natural (…) una especie de tensión superficial de la personalidad” (pág.40) Y siguiendo a Scheler afirma que “el ser humano no solo vive en un medio natural (…) sino que tiene en su interior un mundo moral (…) a la vez su refugio y su fuerza” (pág. 42).
¿Y entonces dónde queda la amistad? “La comunidad (…) que denominamos amistad no es otra cosa que una transferencia de intimidades” (pág.51) “Solo aquel que cuida y mima su intimidad, aquel que mima su mundo interior propio, aportará elementos nuevos al encuentro interpersonal, haciendo crecer el valor de la comunidad. La intimidad no es el aislamiento, ni mucho menos el solipsismo. Crece en retiro, pero no puede desarrollarse sin integrar elementos del exterior en su propia naturaleza” (pág.51) Para acabar de entender la idea del autor sobre el pudor y el recato, nos va muy bien este párrafo: “El motivo por el que no debe exteriorizarse todo lo íntimo no es porque al hacerlo pueda originar incomodidades; hay otra poderosa razón: en los recuerdos y afectos de una persona están implicadas muchas más. Y no nos es lícito disponer libremente de ellos porque no son nuestros” (pág. 87).
Nuestro autor distingue una intimidad corporal, intangible, interpersonal, espiritual, (entendida como una relación con Dios) y temporal (“tiempo propio”). Para Torralba la vida espiritual es un diálogo con este Dios. Esta afirmación me resulta interesante y a ella volveré en el comentario crítico.
También comentaré más adelante otro concepto defendido por Torralba acerca de lo que puede ser una personalidad sólida frente a una personalidad débil. Una personalidad sólida, afirma Torralba, no se arredra ante la invasión del espacio personal (mis libros, mi habitación…), como sí hace una personalidad débil que se note amenazada. Podríamos afirmar que Torralba apuesta por cierto desapego, fruto de una maduración. Sería una interpretación al rebufo del budismo. Pero también entreveo un matiz nietzscheano cuando denosta como débiles las personalidades depresivas. “Las personas depresivas, (nos dice en la pág. 98), son las primeras que sucumben a las distracciones mundanas (…) cayendo en la trampa de su propio Yo; (…) La falaz seriedad que exhiben para ocultar su vacío interior hacen que sean seres odiosos”. E incluso más adelante vuelve a la carga, (pág.121): “se esfuerzan (los depresivos) por no entristecer a nadie y sufren por no parecer rudos, rechazando todas las virtudes viriles: hablar claro, mantener lúcidos corazón y espíritu, y tener una conducta firme”. ¡Mejor no lo lea una feminista!
¿Puede ayudarnos a cultivar la intimidad la meditación, o la mera contemplación? “La contemplación, (entendida como aquella mirada que busca apropiarse de la realidad), es algo complejo y exigente. (…) Una sagacidad puramente visual dista mucho de ser una agudeza contemplativa”. (pág.89) Dicho de otra manera, no solo hay que observar, hay que entender y aprehender el mundo que nos rodea.
“La convivencia exige un intercambio intermitente y dosificado, basado en la verdad y la confianza, (pero no en una transparencia total y absoluta)” (pág.116)
Parece lógico que una valoración tan alta de la intimidad conduzca a una concepción de la persona como una cebolla: podemos bajar las máscaras con las que nos defendemos en sociedad, pero siempre habrá un último antifaz que no es conveniente sacarnos. Y por lo mismo “seducir a alguien es conseguir que desee conocer nuestra intimidad, pero también lograr que quiera abrirnos la suya” (pág.119).
Por esto resulta de la máxima importancia el procedimiento de decisión. El reto consiste en “de qué modo escapar de la estrechez y falta de ambición de una concepción agregativa de la democracia sin caer en el maximalismo de una “inteligencia colectiva” que puede estar tentada de calificar como inapelablemente verdadero y correcto lo que no es más que el resultado de un proceso limitado de deliberación”. La única solución es “mantener siempre una legitimidad para la discrepancia también respecto de los consensos obtenidos con nuestros mejores procedimientos” (pág 375)
“Si la verdad, entendida como objetividad acreditable, sirve de muy poco es porque los humanos no vivimos en el mundo de la rotundidad, sino en el de la aproximación; Nos movemos en un entorno de interpretaciones(…) nuestros enunciados políticos rara vez son constataciones comprobables de hechos; generalmente son la expresión de deseos, de apuesta por alternativas, la ponderación de posibilidades y riesgos. Son más valoraciones que descripciones de una situación” (pág 379)
Por ello “de los políticos esperamos algo que es mucho más completo y exigente que decir la verdad, como convencer, medir la oportunidad o gobernar las pasiones colectivas” (pág 384)
Comentario Crítico.-
La intimidad puede entenderse como relación, (relaciones íntimas), pero también como espacio físico y mental. Es en este escenario de pensamientos íntimos donde discurre la mayor parte del libro que comentamos. Ya San Agustín advertía de los pensamientos fantasiosos con los que podíamos pecar, y posiblemente no haya nada mas intrusivo que amenazar con el infierno por un pensamiento lascivo. La mayor parte de las religiones invitan o incluso coaccionan para que sus seguidores limpien sus pensamientos de fantasías pecaminosas.
El libro que comentamos no invita a una catarsis purificadora, pero tampoco se desprende del modelo de San Agustín. Así al menos creo deducirlo cuando Torralba apuesta por personalidades sólidas versus depresivas o débiles, o cuando aboga por construir una intimidad de cualidades viriles, frente a una intimidad construida con “materiales de derribo”.
Hay diversas maneras de entender la vida espiritual: como una biografía del espíritu, (léase alma), o como una reflexión existencial, (versión laica). Pero ambas perspectivas coinciden en entenderla como un diálogo: con Dios, (v.gr. este libro que comentamos), o un diálogo que mantenemos con nosotros mismos, (en una suerte de intercambio con personas que nos resultan significativas: familiares, amigos, personas a las que admiramos). En ambos casos es un diálogo que mantenemos en la intimidad. Ahora bien, ¿podemos directamente influir en estos diálogos, decretando las fantasías que vamos a rechazar, o las que vamos a promover, o los contenidos que deseamos que ocupen nuestro espacio íntimo?
Como decíamos al comienzo de este comentario, Salvador Pániker afirmaba que lo más relevante de la intimidad es su ausencia en una mayoría de personas. Podríamos reformular esta aseveración: quizás el problema estribe en que la mayor parte de personas no identifica este diálogo interno y estas fantasías que cruzan nuestro ser mas silencioso, (fantasías que dan lugar a proyectos y voliciones), como espacio de intimidad. Nadie nos educa en la percepción de estos pensamientos y cogniciones. Mucho menos en la conducción de dichas cogniciones. El libro que comentamos tiene aportaciones interesantes, aunque debamos discrepar de la influencia nietzscheana que detecto en conceptos como el de personalidad fuerte versus depresiva.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes
WEBS DE INTERÉS
Revista AMF
La revista AMF pone en abierto los artículos sobre eutanasia que ha ido publicando desde el inicio de la pandemia.
https://www.amf-semfyc.com/web
He aquí el índice de artículos con los links correspondientes:
- Comunicación con la persona que solicita eutanasia. Entrevista clínica de ayuda a la deliberación (AMF 2021) No todo es clínica
- Procedimientos de la prestación de ayuda médica a morir (AMF 2021) No todo es clínica
- Reflexiones en torno a la ley de la eutanasia (AMF 2021) Editorial
- Eutanasia. Situación legislativa en el mundo (AMF 2019) No todo es clínica
- Eutanasia: ese derecho que tarda en aparecer (AMF 2019) Editorial
- Eutanasia y suicidio asistido (AMF 2015) No todo es clínica
- Eutanasia y sucicidio asistido (AMF 2016) Opinando sobre…
- Eutanasia: ese derecho que tarda en aparecer (AMF 2020) Opinando sobre…
- Medicina de Familia al final de la vida. Mapa y territorio de la atención al morir (AMF 2017) No todo es clínica
De entre ellos escogemos para comentar el siguiente:
Comunicación con la persona que solicita eutanasia. Entrevista clínica de ayuda a la deliberación
ROSA DURO ROBLES Eva Peguero Elena Muñoz
En este artículo las autoras exploran el tipo de entrevista necesaria para abordar una deliberación honesta y franca con el paciente que solicita la eutanasia. Definen como objetivos de la entrevista:
- Asegurar que la persona realiza la solicitud de manera voluntaria, y sin ninguna presión externa, y con conocimiento de la prestación que se solicita.
- Vaciar las creencias, dudas, necesidades, miedos, expectativas de la persona que solicita la eutanasia. Es decir, «que salga todo», que la persona también se oiga mientras nosotros le escuchamos.
- Reflexionar con la persona sobre sus conocimientos, valores, creencias, expectativas, sobre su enfermedad y pronóstico.
- Aportar toda la información complementaria a lo que sabe la persona, necesaria para hacerla completa.
- Ayudar a la persona a deliberar sobre el proceso de la eutanasia, y qué alternativas tiene en su caso.
- Estrechar la relación de confianza, que será imprescindible en todo el proceso. El acompañamiento y el no abandono son claves, incluso cuando pueda haber desacuerdos entre profesional y paciente.
De manera sucinta este es el guión que proponen, y que el lector puede consultar en abierto para mayor detalle:
ARTÍCULO COMENTADO
La suplementación con ácido fólico y las complejidades de la culpa. Los peligros de judicializar el consejo médico.
BMJ2022 ; _ 376 doi. https://doi.org/10.1136/bmj.o144
(Publicado el 20 de enero de 2022) BMJ 2022;376:o144
En diciembre de 2021, Philip Mitchell, un médico general, fue declarado culpable de negligencia por no aconsejar suplementos de ácido fólico a una embarazada. La criatura nació con espina bífida, lo que no le impidió la práctica deportiva. Los hechos ocurrieron en 1999 y plantea de la cuestión del nivel de evidencia que se tenía entonces, el hecho de que en el historial figuraba que el médico había informado convenientemente a la paciente, (sin más detalles), y de si la suplementación de ácido fólico es un asunto particular, o debiera formar parte de las políticas salubristas. Si este médico es considerado negligente… ¿no debieran también ser considerados negligentes los responsables de Salud Pública? Por otro lado, ¿resulta realista exigir que los médicos apunten el detalle de lo deliberado con el paciente en el Historial, en un contexto de falta de tiempo?
Este médico fue condenado por no defender con más energía la prevención de la espina bífida con ácido fólico…. ¿Sería condenado también un médico que apostara por un cribaje excesivamente intrusivo e incluso peligroso, como pudiera ser el cribaje del cáncer de pulmón?
El editorial se pregunta “¿Es la promoción excesiva de una intervención, por ejemplo, una forma de negligencia? ¿Qué sucede si asesora erróneamente a millones de personas, en la televisión nacional, sobre la eficacia de las vacuna ( https://www.sciencemediacentre.org/expert-reaction-to-a-doctor-challenging-the-health-secretary-sajid-javid -en-vacunación-obligatoria-en-kings-college-hospital )?
¿ O si no se mantiene actualizado con las últimas investigaciones sobre vacunas y miocarditis (doi: 10.1136/bmj-2021-068665 )? ¿Quizás necesite una actualización sobre el manejo de las fisuras anales crónicas (doi: 10.1136/bmj-2021-066834 ) y el parto prematuro extremo (doi: 10.1136/bmj-2021-055924 )?
En fin, esperemos que los jueces españoles actúen con más prudencia, porque si desean afinar acerca de los consejos impartidos en las consultas, los médicos tendremos que exigir de nuestras autoridades “mejores pruebas y mejores sistemas y procesos para apoyar la toma de decisiones individuales”.
Pablo Oliveras
Murcia
VIDEO RECOMENDADO
Sobrediagnóstico en Medicina.
– Sergio Minué pertenece al grupo internacional que estudia el sobrediagnóstico en medicina. Este enfoque nos advierte de los peligros del uso extensivo de cribados no justificados, la creación de enfermedades a partir de disfunciones normales de la vida, o los umbrales excesivamente bajos de pruebas analíticas o criterios diagnósticos. El conferenciante aporta referencias bibliográficas de gran interés.
La Redacción. –