CÍRCULO DE CIBERLECTURA
- ÍNDICE
Noticias.-
VIII Jornada de Ética Asistencial (CEA) Parc Sanitari Sant Joan de Déu.
Comentario de libros.-
– Marina JA «Biografía de la Inhumanidad». Ariel, Barna 2021
– Abell AM Música e inspiración. Fragmenta Editorial, Barna 2021
Webs de interés. – Centre for the Study of Living Standards
Artículo comentado. – The development of epistemological understanding.
Video recomendado. – Cómo escapar de la trampa del cinismo.
NOTICIAS
- VIII Jornada de Ética Asistencial (CEA) Parc Sanitari Sant Joan de Déu.
¡Sálvame!… ¿O no? Repensando la reanimación cardiopulmonar
Miércoles 4 de mayo de 2022 Parc Sanitari Sant Joan de Déu
https://www.elperiodico.com/es/sant-boi/20220408/vuelve-sant-boi-jornada-etica-13494928
COMENTARIO DE LIBROS
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Marina JA. «Biografía de la inhumanidad». Ariel, Barna 2021
“Este libro es el esbozo humilde de un proyecto megalómano”. Así empieza el epílogo del libro (pág. 253), y bien podríamos considerarlo buen resumen de las intenciones de JAM (José Antonio Marina). La historia en minúscula, nos dice JAM, es el conjunto de sucesos acaecidos. La Historia con mayúscula es la ciencia que intenta comprender o conocer lo que sucedió. JAM nos propone la Panóptica como… ” ciencia de la evolución de las culturas”. Se trata de tener los diferentes paisajes que dibuja la Historia, para diferentes países y edades, y con ayuda de otras ciencias, en especial la psicología, la sociología, la antropología, tratar de sacar conclusiones sobre la dinámica de las culturas, eso es, como aprendemos y desaprendemos los humanos. No sería por consiguiente comprender lo que sucedió, sino aprender de lo que sucedió.
A grandes rasgos la propuesta de JAM es la siguiente: la Humanidad inventó la ética como motor de la cooperación, una manera de darnos confianza. Por supuesto no fue la única manera…. También la religión, las leyes… Y como consolidación de todo ello, como clave de bóveda, las instituciones. En especial el Estado considerado como agente legitimado para ejercer la violencia.
Ahora bien, esta violencia legítima puede ser usada para hacer progresar a la Humanidad o para empobrecerla y embrutecerla. El libro trata de averiguar las claves psicológicas y sociológicas que permiten justamente esta regresión. El libro fue publicado antes de la invasión rusa a Ucrania, un ejemplo paradigmático de los procesos descritos en el libro que permiten al ser humano descender a los Infiernos.
Para JAM el descenso a la inhumanidad “se da en tres etapas: la perversión de los sentimientos, la desconexión moral, la corrupción de las instituciones” (pág. 154).
En la etapa tribal los seres humanos ya nos entrenamos en considerar “no humano” a todo aquel que no pertenecía a nuestra tribu… Los caníbales del delta del Irían, en Indonesia, se llaman a sí mismos asmat, que significa “seres humanos”. Los demás son conocidos como manowe, “los comestibles” (pág. 94).
Reconocemos a quienes pertenecen a nuestra tribu porque hablan nuestro idioma, tienen nuestras costumbres, nuestra religión… La religión tuvo un papel civilizador en la medida en que los imperios se expandían y con ellos las religiones. Pero de la misma manera podían señalar al hereje, digno de ir directamente a la hoguera. A este efecto JAM le llama “ley del doble efecto”, (pág.52), es decir, todo lo que puede ser positivo también puede volverse negativo. La fuerza cohesionadora de la tribu puede ser también la fuerza destructiva hacia el vecino que me incomoda.
De tal manera, las culturas puede construir “objetos a odiar” (pág. 156). En el Boletín Iatros de Marzo 2013 analizábamos “Ira y tiempo” de Sloterdijk, autor citado también por JAM como gran estudioso del rencor y el resentimiento. Odiamos lo que nos amenaza o atenta a nuestra identidad, (Putin versus Ucrania). “Lo que se ama (lo que se desea) acaba siendo causa del odio cuando no se logra” (pág. 157).
Pero una cosa es el odio personal y otro el colectivo. Para construir un odio colectivo se precisa crear una categoría de personas malvadas. JAM ejemplifica esta construcción de la maldad cuando un asesino de ETA declaró que no había matado “a una persona, sino a un empresario” (pág. 159).
La distinción entre “puro e impuro”, que viene de épocas ancetsrales, (recordemos las castas hindúes, o la impureza de las mujeres menstruantes, recogida en la Biblia), junto al aprendizaje de la obediencia, conducen a que seamos “energúmenos peligrosos” (pág. 163). El “hombre regenerado” de los nazis creía en la bondad de la limpieza étnica. También el maoísmo trató de erradicar la compasión… En palabras de Mao: “piedad para el enemigo es crueldad con el pueblo” (pág. 169).
El primer paso consiste pues en deshumanizar al “otro”. Y una vez dado este primer paso los límites ético-morales pueden sucumbir por dos mecanismos: por erosión o por desconexión.
El mecanismo que erosiona de manera mas eficaz nuestras defensas compasivas es el que llama “pensamiento implacable”. Se trata de un razonamiento por el cual cualquier acción malvada se justifica para alcanzar un bien superior. La pureza de la raza, la justicia universal…
Hanna Arendt nos advierte que “una piedad abstracta puede suscitar o autorizar la crueldad concreta” (pág. 189). Robespierre en aras a la piedad hacia los pobres (abstracción), se permitió ser cruel con sus enemigos políticos (es decir, carecer de compasión, que es un sentimiento concreto) (pág. 189). Si a eso añadimos que “nadie es responsable”, tenemos los ingredientes para llegar a una desconexión moral.
En una guerra se produce una desconexión casi inmediata de la piedad. El soldado puede al comienzo dudar en matar, luego se acostumbra, incluso lo disfruta. Sobre todo, si sus cabecillas le inundan de ideas patrióticas, o el peligro de verse su país invadido, de perder la identidad. Una de las tácticas más usadas a lo largo de la Historia era castigar duramente a la población civil para que reclamen a sus Gobiernos la paz, o al menos que no se rebelen. Todos estos detalles se me ocurren muy apropiados para la guerra actual entre Rusia y Ucrania. Añadamos a esta anestesia moral el hecho de que una orden, por ejemplo, disparar un mísil, queda repartida en una secuencia de mandos que disipa la responsabilidad personal.
El tercer peldaño hacia los infiernos es la corrupción de las instituciones. El totalitarismo de cualquier signo tiene por común decretar una super-moralidad a la que el individuo debe rendirse en beneficio de la comunidad. El aparato legal se pone al servicio de la Patria, el Líder, la Raza…No se trata tan solo de abolir la libertad, sino de abolir la persona moral. La vida humana queda depreciada.
Son tantos los horrores citados por JAM que en la última parte del libro se ve casi obligado a citar aspectos positivos de la Humanidad. Y una receta de cómo resulta posible que las atrocidades regresen: 1- Eliminar los obstáculos hacia un mejoramiento ético: pobreza, fanatismo, miedo, poder, odio al vecino… 2.-Fortalecer las barreras de protección que nos impiden deslizarnos por la espiral descendente: compasión, normas morales internalizadas, instituciones fuertes…. 3.- cuidar y fomentar el capital social.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes
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Abell AM. «Música e inspiración». Fragmenta Editorial, Barna 2021.
Abell nació en Connecticut (1868). Violinista, fue corresponsal del Musical Courier en Berlín, de 1893 a 1918. Su posición acomodada le permitió conocer a los grandes compositores de su época, e incluso mantener amistad con ellos. El libro que comentamos es quizás el más conocido y el que le brinda mayor prestigio. Sin embargo, no fue posible su publicación hasta 1955, puesto que Brahms condicionó su participación en el mismo a que se publicara pasados 50 años de su fallecimiento, aspecto que nuestro autor respetó.
El libro aborda un aspecto de gran interés: cómo grandes compositores de su tiempo, Brahms, Strauss, Puccini, Humperdinck, Bruch y Grieg, entendían el proceso compositivo. Casi la mitad del libro está dedicado a Brahms, a quien conoció gracias a su común amigo Joseph Joaquim, reputado violinista en aquellos años. La conversación con Brahms tuvo lugar el año 1896, y solo con esfuerzos logró Abell que Brahms hablara sobre cómo se inspiraba para sus obras. Según Brahms era el mismo Dios quien le inspiraba, o mejor dicho, era el compositor que lograba sintonizarse con esta Fuerza primordial. Brahms estaba convencido de que Bach y Beethoven habían experimentado esta misma fuerza, y profesaba algo así como un panteísmo, (era conocedor y admirador de Lao Tsé, por mediación de su amigo Joachim). Conocía con sumo detalle la Biblia, en especial los evangelios, y si podemos fiarnos del testimonio de Abell, recitaba de manera fidedigna fragmentos de estos.
Resulta interesante en relación con este primer encuentro, destacar que Brahms tuvo que sobreponerse al fracaso inicial de su concierto para piano núm.1, gracias a estar muy seguro de lo que hacía. Para inspirarse, Brahms relata que se concentraba en crear algo meritorio para la humanidad, y que gracias a esta conexión con Dios se le aparecían las obras que debía escribir con melodía, armonía e instrumentación, todo en conjunto. Resulta interesante destacar que Tchaikovski relataba que también recibía el impacto de una melodía con su armonía en el acto de inspirarse. En todo caso algo común a Brahms y el resto de los músicos entrevistados por Abell, era que se requería para inspirarse una total calma, silencio, no ser interrumpido y por supuesto, una elevada formación musical. Diríamos que la técnica se daba por supuesta.
Contrasta con estas declaraciones de Brahms el hecho de que acostumbraba a retocar sus obras incluso después de ser estrenadas. Su carácter era minucioso y exigente consigo mismo y con los demás, lo que le llevó a un enfrentamiento con los seguidores de Wagner, (la llamada “Guerra de los románticos”), de la que salió malparado. Desde este acontecimiento trató de no inmiscuirse en otras polémicas, aunque en el libro de Abell queda claro que seguía de cerca a los compositores e intérpretes de su época, y percibía a los que tenían inspiración. La promesa que arrancó de Abell de que sus declaraciones no verían a la luz hasta 50 años posteriores a su muerte, tienen que ver con este afán de apartarse de polémicas, y dejar que su música hablara por sí misma.
Otro aspecto llamativo en la manera de pensar de Brahms era el respeto que sentía por la ciencia y lo paranormal. Seguía al poeta Tennyson, muy atento a justificar fenómenos espiritistas que triunfaban en aquellos años. También creía a pies juntillas en los poderes paranormales de un famoso espiritista de la época, un tal Daniel Home.
Strauss y Puccini compartían con Brahms la idea de que la inspiración era algo así como un regalo que provenía de una fuerza primordial. De forma parecida a Brahms, Strauss seguía con interés las peripecias de un místico sueco-ya fallecido en aquel momento- llamado Swedenborg. Resulta interesante constatar esta atracción de los músicos por la religión y la psicología, (mejor diríamos los fenómenos paranormales).
La amistad de Abell con Strauss duró 50 años, hasta su muerte. Durante este tiempo mantuvieron una relación epistolar constante, así como diversos encuentros. A destacar la descripción que realiza sobre los años más difíciles de Wagner, -cuando debió Wagner tuvo que exiliarse, debido a su actividad política, y como Liszt le salvó del ostracismo representando Lohengrin en el año 1850.
Wagner tiene -además- otra presencia destacada en el libro de Abell, en este caso gracias al testimonio de Humperdinck. Según refiere este músico, todas las personas tienen la posibilidad de conectarse con la Fuerza primordial, pero factores como el ambiente, la herencia, y otros, modulan esta capacidad. En el caso de Wagner, -según refiere como testimonio de varias conversaciones mantenidas con él- por lo visto creía que con los años esta conexión se había acrecentado, de manera que, a fuer de pensar en las escenas de Ópera que iba creando, en sus héroes y heroínas, se le iban desvelando las melodías con todo lujo de detalles: instrumentación, armonía, e incluso detalles escénicos para cada uno de los protagonistas. En todo caso Wagner estaba convencido que nada bueno podía salir de un compositor ateo, creencia que en aquella época parece que compartían muchos otros compositores.
Comentario crítico. –
El libro de Abell me parece atravesado por todos los tópicos y estereotipos de finales del XIX, principios del XX. La tesis de que las obras musicales más inspiradas son revelaciones divinas ya circulaba en tiempos de Bach, pero sin duda los románticos le dieron nuevos vuelos. A través de un constante esfuerzo les parecía posible modular esta conexión, y asegurar una creatividad, tantas veces elusiva. Sin embargo, en la actualidad, podemos considerar que esta teoría de la Fuerza primordial era algo así como un ritual, una manera de invocar la propia concentración y motivación. Brahms alude a su deseo de realizar obras que inspiren a la humanidad, y todos ellos desean la fama y sobrepasar los límites de su propia generación para ser recordados. No basta por consiguiente hacer música amable: es necesario abrir nuevos paisajes sonoros. Un punto por delante del gusto de la época, pero sin perder el contacto con el público, única manera de seducirlo y llevarlo a ritmos y armonías novedosas.
Resulta cautivador pensar que estos grandes compositores adquirían una imagen mental completa sobre la melodía y armonía que deseaban representar. La memoria humana es muy deficiente, y si en verdad un compositor tuviera este grado de imaginación, no hay grabadora mental que pueda fijar los detalles de ensoñaciones tan complejas. Por ello creo más bien que el proceso creativo tiene aspectos de los relatados, pero también una paciente reconstrucción de las piezas, basada no solo en la inspiración, sino también en ensayo- error. El hecho de que Brahms, al igual que otros autores, remocen obras realizadas en años precedentes, es buena prueba de que el olfato estético se aguza, refina, y va parejo a las habilidades técnicas que se adquieren.
Francesc Borrell
Sant Pere de Ribes
WEBS DE INTERÉS
Centre for the Study of Living Standards
El Centro para el Estudio del Nivel de Vida es una organización independiente de Canadá que busca contribuir a una mejor comprensión de las tendencias y los determinantes de la productividad, el nivel de vida y el bienestar económico a través de la investigación. Quizás el aspecto de mayor interés es su Índice de Bienestar, que podemos consultar aquí:
Este Índice quiere responder a la siguiente pregunta: ¿Ha aumentado o disminuido el bienestar económico en los últimos años, y es mayor o menor en un país en comparación con otros? . La respuesta que esta organización proporciona es la siguiente: “Tradicionalmente, estas preguntas se han respondido observando las tendencias y las comparaciones del PIB per cápita, pero esta es una medida deficiente del bienestar económico. Mide el consumo de forma incompleta, ignorando el valor del ocio y de una vida más larga, y también ignora el valor de la acumulación para las generaciones futuras. Además, dado que es un promedio, el PIB per cápita no da ninguna indicación de la probabilidad de que un individuo comparta la prosperidad ni del grado de ansiedad con el que los individuos contemplan su futuro”.
Este índice lo trabajan desde el año 1998 a partir del artículo seminal de Lars Osberg para la Comisión MacDonald titulado La Medición del Bienestar Económico. En el artículo se definen los siguientes cuatro dominios de bienestar económico:
1.- Flujos efectivos de consumo per cápita, incluido el consumo de bienes y servicios comercializados; servicios gubernamentales; flujos efectivos per cápita de producción doméstica; ocio; y cambios en la duración de la vida.
2.- Acumulación social neta de existencias de recursos productivos, incluida la acumulación neta de capital tangible; existencias de viviendas; cambios netos en el valor de las existencias de recursos naturales; costos ambientales; cambios netos en el nivel de endeudamiento externo; acumulación de capital humano; y el stock de inversión en I+D.
3.- Distribución del ingreso, incluyendo la intensidad de la pobreza (incidencia y profundidad) y la desigualdad del ingreso. Seguridad económica frente a la pérdida del trabajo y el desempleo, la enfermedad, la ruptura familiar y la pobreza en la vejez.
Estos parámetros a su vez se refinan y desagregan. Ofrecemos a nuestros lectores dos gráficos expresivos de estos trabajos:
En el Chart 1 apreciamos como los países nórdicos se sitúan en una envidiable posición. España no anda lejos de EE.UU, aunque si PIB sea menor. Aún con ser el país de menor índice, cabe resaltar que nos estamos comparando con los mejores países del mundo, y que el crcimiento entre 1980 y 2009 resulta comparable.
El Chart 2 compara el crecimiento en el PIB con el crecimiento del Indice de Bienestar. Resulta llamativo que en ningún caso el ïndice crece mas que el PIB, y que en algunos casos, como sería el de España, el crecimiento del PIB es mucho mas elevado que el del Indice de Bienestar. Donde mas parejo se desarrollan ambos índices es en Dinamarca. U(na explicación sería que primero crece el PIB y luego, de manera más lenta, el Indice de Bienestar. Es decir, en primer lugar el crecimiento va ligado a una mayor desigualdad, y luego esta mayor riqueza se reparte.
Pablo Oliveras
Murcia
ARTÍCULO COMENTADO
Kuhn, D., Cheney, R., & Weinstock, M. (2000). The development of epistemological understanding. Cognitive Development, 15(3), 309–328.
https://doi.org/10.1016/S0885-2014(00)00030-7
https://www.researchgate.net/publication/223690842_The_Development_of_Epistemological_Understanding
Un aspecto de gran interés para la filosofía y la psicología es de qué manera comprendemos el mundo que nos rodea. El artículo que comentamos tuvo una importante repercusión, y en cierto sentido sigue los pasos de Piaget y sus estudios sobre el desarrollo cognitivo de los niños.
Khun y colaboradores distinguen 4 fases en el desarrollo de la comprensión del mundo:
Fase realista.- Los autores partían de la base de que los niños alrededor de los 3 años piensan que sus creencias reflejan la realidad envolvente. Estas creencias les vienen dadas por adultos que les rodean. No elabora prácticamente ningún conocimiento, dependen del entorno.
Fase absolutista.-Sobre los 7 años los niños descubren que estas creencias pueden en algunas ocasiones ser falsas. El pensamiento crítico -en su manifestación mas simple- sirve para distinguir lo que es cierto de lo que no lo es. En todo caso las verdades tienen un carácter absoluto, en el sentido de que son verdades -o falsedades- para todo el mundo. No puede haber dos opiniones contrapuestas que tengan algo de verdad cada una.
No deberíamos subestimar esta transición desde la fase realista a la absolutista. En palabras de los autores, esta transición significa…”una transición de un conocimiento simple, inconsciente e irreflexivo sobre el mundo a una reflexión de segundo orden o meta cognitiva”.
En esta fase, además…. “existe una sola realidad definida externamente que, una vez aprehendida, produce una sola conclusión válida. Si llegamos a conclusiones diferentes, es porque uno de nosotros no tiene la historia completa o correcta”.
Fase de multiplicidad de opiniones verdaderas (“multiplist”).- En esta fase el niño comprende que diferentes personas pueden tener opiniones distintas acerca del mismo hecho, pero no llegan a pensar que unas opiniones pueden ser mas ciertas que otras. Todas las opiniones, incluso las abiertamente discrepantes, están en un mismo plano, y si desempatan es meramente porque hay una autoridad, (por ejemplo, los padres), que alertan sobre lo que el niño tiene que creer.
Fase evaluadora.- Finalmente la persona es capaz de enjuiciar las diferentes opiniones y llegar a la conclusión de que algunas de ellas se aproximan más a la realidad o a la verdad. En esta fase usa alguna de las habilidades del pensamiento crítico, (por ejemplo, priorizar los argumentos que le parecen más plausibles).
A partir de este modelo los autores se preguntan si esta sucesión de estados ocurre para los diferentes tipos de “verdad”, eso es, para la bondad, lo bello, lo cierto y lo placentero. Es decir, si me percato de que “mi criterio subjetivo” se contrapone a lo que otras personas entienden como bueno, placentero, verdadero o bello, y si aplico una evaluación para discernir hasta qué punto me acerco a un criterio de “verdad”, “bondad”, “placer” o “belleza”.
Para verificar si el modelo era correcto seleccionaron 6 grupos de unas 20 personas, de los 5 años la edad adulta. Un grupo de 5 personas adultas fue seleccionado como grupo control por su experteza. Sometieron a estos grupos a un test consistente en frases sobres las que tenían que aseverar en qué grado eran ciertas.
Lo que a grandes rasgos encontraron es que …. “la subjetividad se reconoce primero en los juicios del gusto personal, luego en los juicios estéticos, luego en los juicios de valor, luego en los juicios de verdad social y finalmente en los juicios de verdad física. Podría decirse que la subjetividad humana es más destacada en cuestiones de placer o gusto personal. El reconocimiento de esta subjetividad puede derivarse de la observación de los niños pequeños de que las personas tienen diferentes reacciones emocionales ante el mismo evento. Pueden seguir juicios estéticos, ya que tienen un fuerte componente de preferencia personal. Los juicios de valor (incluidos los morales), por el contrario, pueden ser un dominio en el que el concepto de estándares absolutos no se abandona tan fácilmente. Por último, los juicios de verdad pueden ser el campo de juicio más difícil en el que renunciar al concepto de una sola verdad absoluta y aceptar que las afirmaciones en conflicto pueden tener algo de verdad, especialmente en los juicios relacionados con el mundo físico”.
Pero a criterio de los autores…. “el hallazgo más preocupante es que no más de la mitad de los adultos de cualquier origen y en cualquier dominio de juicio hacen la transición posterior a la posición de evaluar” aplicando pensamiento crítico, sobre todo en el terreno de la estética.
“Los juicios sobre la superioridad de una obra de arte sobre otra no se consideran más válidos que los juicios de que una estación del año es preferible a otra”.
¿Qué debiera preocuparnos de estos hallazgos? Los autores afirman que… “en la medida en que, como sugieren nuestros datos, el aumento de la edad y la educación no son suficientes para efectuar la transición a un nivel de evaluar” críticamente las opiniones, “es necesario considerar otros factores experienciales como posiblemente implicados en esta transición (o, más precisamente, en su falta de ocurrencia)”. De alguna manera confundimos el hecho de que “todos tienen derecho a tener su opinión a la creencia de que todas las opiniones son igualmente razonables”. O dicho de otra manera: “la tolerancia a que los demás tengan múltiples opiniones, (…) se confunde con la el hecho de que podamos discriminar entre ellas”.
Pablo Oliveras
Murcia
VIDEO RECOMENDADO
Cómo escapar del cinismo
Quizás los humanos seamos enfermizamente optimistas. Ya Napoleón dijo que hay dos tipos de seres humanos, los tontos pesimistas y los tontos optimistas, y que puestos a vivir, lo mejor es lo segundo. El cinismo lo define Jamil Zaki (psicólogo), como “la idea de que las personas son inherentemente egoístas, codiciosas y deshonestas”. Esta creencia conduce a “que la humanidad esté más sola y dividida”. Quizás la definición de Zaki no sea la más apropiada para el concepto de cinismo, (la RAE define el término como: “dicho de una persona que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas”).
Sin embargo, nos parece de interés los estudios que nos presenta sobre la cooperación, la empatía y la confianza, en especial la referencia que hace a la existencia de dos pueblos cercanos de pescadores, y cómo la manera de pescar influía en el grado de cooperación o competición. En esta línea de pensamiento coincide con Y.Harari (véase “Sapiens”, su libro best seller), en que el progreso de la Humanidad estriba en los elementos de confianza que somos capaces de trenzar. A eso también le llamamos capital social.
La Redacción.-